El Gobierno espera que la salida de Camps mejore las relaciones
Botella destaca la "mala imagen" de Valencia por los escándalos de corrupción
Los problemas judiciales del expresidente Francisco Camps y del PP han dejado muy dañada la imagen de la Comunidad Valenciana. Una imagen vinculada a la corrupción con fondos públicos y a la "férrea opacidad de las cuentas públicas" de la Generalitat, según destacó ayer la delegada del Gobierno, Ana Botella. El caso Gürtel, además, ha condicionado las relaciones con el Ejecutivo socialista en los últimos dos años y ha truncado todo intento de acuerdo. "Ha sido una época muy difícil", resumió Botella, que criticó la "utilización muy sectaria y partidista" de los contactos institucionales por parte de la Generalitat, que no ha dejado espacio a la colaboración y se ha distinguido "más por la oposición al Gobierno que por la acción de gobierno".
En las reuniones entre ambas administraciones "se percibía la gravedad" de la situación del Consell por los escándalos de corrupción, lo que ha "afectado profundamente a las relaciones institucionales". "Cuanto más se aportaba desde el Gobierno, más rechazo había", en opinión de la delegada, que recordó las "campañas" lanzadas por el Consell y el PP en asuntos como los chiringuitos de playa. "Ha habido una gran desorientación por parte del Gobierno [autonómico] con unas acciones judiciales de una envergadura tal que ha producido el desenlace por parte del Gobierno que hemos visto en esta última semana", añadió en referencia a la dimisión de Camps por su procesamiento en la causa de los trajes regalados por la red Gürtel.
Con la salida de Camps de la presidencia del Consell, Botella espera una "normalización" de esas relaciones y una "mejora de la imagen" del gobierno valenciano, muy perjudicada por la situación, según ha admitido el propio Fabra. El convenio firmado hace unos días para resolver conjuntamente los problemas de permiso de los chiringuitos de playa, o la reunión del Consorcio integrado por las administraciones valencianas y el Ejecutivo para gestionar la dársena del puerto de Valencia tras 18 meses de bloqueo, apuntarían en esa dirección, aseguró Botella. Sin embargo, la nueva etapa que se abre con Fabra al frente del Consell quedó ayer mismo enmarcada en el escenario de la próxima campaña electoral, la de las elecciones generales del 20 de noviembre anunciadas por el presidente Zapatero acabada ya la conferencia de prensa de Ana Botella.
El Cabanyal, más seguro
El plan especial de seguridad puesto en marcha hace un año en el distrito del Marítim de Valencia, con el foco puesto en el barrio de El Cabanyal, ha dado sus frutos. La intensificación de la presencia policial y de las actuaciones en la zona, que sufre una evidente degradación urbana, ha permitido cerrar el año pasado con el menor número de infracciones desde 2005. En un año de aplicación del plan, los delitos y faltas se han reducido en un 6,75%; el número de detenido ha subido en un 12,62%; se han realizado 17 operaciones contra el tráfico de drogas; hay 11 "puntos negros" de venta de estupefacientes menos, y se han intervenido 152 armas, entre otros datos expuestos ayer por la delegada del Gobierno, Ana Botella, al hacer balance de la actuación dirigida por la Jefatura Superior de Policía de Valencia. Botella destacó el esfuerzo de la comisaría del Marítim y la colaboración de la Policía Local.
En lo que va de año han bajado un 10,34% los robos con violencia en el distrito, y un 15% los robos con fuerza. También hay más detenidos y casos resueltos. Con estos resultados, "la carga delincuencial en El Cabanyal es significativamente menor que la de los barrios aledaños en el distrito", según Botella, que también resaltó el permanente contacto con los vecinos.
En relación con el conflicto por el proyecto urbanístico del PP en el barrio, la asociación de vecinos El Cabanyal-Canyamelar y la de comerciantes Acipmar han pedido una entrevista el presidente Fabra para que ayude a "desbloquear" la situación.
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