Villaronga en casa
Esta semana está repleta de acontecimientos jugosos para los cinéfilos, como el ciclo que el Círculo de Bellas Artes dedica a Vincente Minnelli (con películas metacinematográficas como Dos semanas en otra ciudad o Cautivos del mal, gloria pura para los que disfrutan del degüello moral en celuloide).
Pero es también un buen momento para quedarse un rato en casa y disfrutar de la obra del último premio Nacional de Cinematografía, Agustí Villaronga. El galardón ha llegado envuelto en la polémica de quién y cómo se elige un jurado, pero el galardonado está muy por encima de dudas.
Si es por valorar 2010, ahí está Pa negre, con su paso por el certamen de San Sebastián y su posterior triunfo en todo tipo de trofeos fílmicos, incluidos los Goya. Si es por toda su carrera, Villaronga es responsable de Tras el cristal, 99.9, El mar y El niño de la Luna.
Turbio, brutal, sincero, intenso, en sus filmes nunca hay paja, todo es oro. En DVD existe una gloriosa edición, muy completa, de Pa negre, y un pack bautizado con su nombre que incluye cinco filmes.
En pantalla grande o pequeña, el mallorquín es uno de los grandes. Buñuel estaría orgulloso.
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