El "mundo al revés" de Chagall

El universo surreal y flotante que proyecta en sus pinturas Marc Chagall ((Vitebsk, Rusia, 1887-Sant-Paul-de-Vence, Francia, 1985)), la herencia judía que trasladó al arte, el colorido y la poesía que quedaron impregnados en su trabajo, se manifiestan con todo el esplendor en la exposición titulada Chagall. Sens Dessus Dessous, un juego de palabras que hace referencia a que algunos cuadros del artista francés pueden ser observados hacia arriba y hacia abajo. La Sala Kubo, en el Kursaal donostiarra, reúna 139 obras que repasan la carrera pictórica de uno de los más grandes del arte del siglo XX. La muestra está abierta hasta el próximo 9 de junio.

Maurice Fréchuret y Elisabeth Pacoud-Rème, director y conservadora del Museo Chagall de Niza (Francia), respectivamente, son los comisarios de esta exposición que contiene una gran cantidad de obras procedentes de la citada pinacoteca francesa, así como de diversas colecciones particulares y del Museo Nacional de Arte Moderno Georges Pompidou, de París. Dividida en cinco grandes bloques -autorretratos, paisajes, ¿Chagall surrealista?, el circo y la Biblia-, tiene la virtualidad de ser la primera exposición monográfica de este artista que se exhibe en Euskadi. Es parte de la gran colección que se mostró en Niza y después viajó a Italia. El Kubo de Kutxa, la última etapa de esta itinerancia, será el único lugar donde se podrá visitar en España.

Son 139 obras que forman la primera monográfica que se ofrece en Euskadi

Chagall vivió 98 años y dedicó 70 al trabajo creativo. Criado en la ciudad bielorrusa de Vitebsk, en el seno de una familia judía pobre, toma contacto muy joven, en 1910, con el cubismo y el fauvismo en Francia. En 1917 se adhiere con la revolución rusa, pero enseguida choca con el sistema de Lenin y Stalin. Marcha a Francia en 1924 y adopta la nacionalidad de este país en 1937, aunque la ocupación nazi en la contienda mundial le obligan a emigrar a EE UU hasta 1948, cuando decide instalarse en París. Esta aventura vital está muy presente en toda su obra.

Destaca entre el conjunto de obras el tríptico formado por Resistencia, Resurrección y Liberación, realizado entre 1937 y 1959 y que sufrió distintos avatares. Esta serie fue pensada en su origen como un homenaje a la revolución soviética, pero con el tiempo fue modificando su contenido debido al impacto de los sucesos de la II Guerra Mundial. "Rusia se cubría de hielo. Lenin la ha trastocado como yo doy la vuelta a mis cuadros", reza una leyenda colocada junto al tríptico.

Es "el mundo al revés", según la comisaria Pacoud-Rème, que quiso reflejar Chagall en muchas de sus creaciones, como dejó escrito en sus memorias: "No me gustaría ser como los otros; quiero ver un mundo nuevo". La muestra, que incluye óleos, gouaches, aguafuertes y dibujos de lápiz sobre papel, está salpicada de cabras y vacas voladoras, novios, violinistas, rabinos y tejados, una vorágine de personajes y símbolos que manifiestan otra de las preocupaciones del autor: plasmar en su obra los recuerdos de la niñez.

La exposición se complementa con dos talleres en la misma sala para niños de entre 4 y 11 años -se puede consultar horarios en www.kutxa.net- y actividades para colegios y colectivos.