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Localizado en Catoira un manantial de aguas termales

El hallazgo de un manantial abre una expectativa de negocio para Catoira

Mucho antes de que Catoira se hiciera famosa por las romerías vikingas que cada mes de agosto celebran la llegada de los nórdicos en plena batalla junto a las torres del Oeste, la villa pontevedresa contó a principios de siglo con un célebre balneario que fue agotando sus recursos hasta que echó el cierre a mediados de los años sesenta. El Ayuntamiento se interesó entonces por la compra de aquella casa de baños a los herederos del propietario, que falleció hace poco tiempo, a los 101 años de edad. Pero el balneario Laxiñas tenía caducadas las licencias y además el caudal y la salubridad del agua ya no eran los idóneos, por lo que el Gobierno local descartó toda posibilidad de negocio en el lugar.

Después de años de búsqueda, se ha logrado un gran caudal a 18 grados
Hay que esperar a mayo de 2012 para conocer el valor medicinal

Sin embargo, recientes estudios geológicos han constatado que este pequeño municipio a orillas de la desembocadura del río Ulla está asentado sobre manantiales ricos en aguas termales y probablemente medicinales. Una búsqueda que ha marcado la longeva gestión del alcalde, Alberto García, convencido pese a todo de que estos prodigios de la naturaleza existían y de que su explotación puede ser un maná para los habitantes de Catoira.

El empeño del regidor por localizar las bolsas de agua caliente bajo la tierra del municipio duró varios años hasta que hace dos meses se obró el milagro que estaban esperando después de descartar otras tres localizaciones. Los técnicos encargados de la búsqueda dieron con un manantial que emergió a 135 metros de profundidad, cerca del campo de fútbol.

A través de un grifo, se han comenzado a realizar los primeros análisis del agua de la terma que tanto en caudal como en temperatura supera con mucho a la media. El flujo de este manantial sale a la superficie a 18 grados centígrados y se recogen 27.000 litros de agua a la hora cuando la mayoría de las aguas termales registran 13 grados de temperatura y 3.000 de caudal.

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Ahora, lo más importante es que el manantial tenga propiedades medicinales, un resultado que no se conocerá hasta mayo del año que viene. Para obtener el permiso sanitario para la explotación de un balneario con estas características de aguas saludables y terapéuticas, la legislación obliga a realizar una analítica al mes durante un año.

Además de los informes que debe emitir la Consellería de Sanidade, también son imprescindibles los resultados de los análisis del Instituto Geológico. "Pero las gestiones van por buen camino, y por la propia tipología del terreno y la profundidad de la que proviene el manantial consideramos que existe una garantía de salubridad del agua", señala Luis García Florido, ingeniero de la jefatura provincial de la Consellería de Economía e Industria.

Los primeros análisis indican que son aguas ricas en minerales, óptimas para el tratamiento de enfermedades infecciosas de la piel y del aparato respiratorio y digestivo. "Como aguas termales los resultados no pueden ser mejores, pero tenemos que esperar unos meses para que los análisis constaten definitivamente que también son medicinales, aunque estamos convencidos de que sí lo son", explica el alcalde.

"También el emplazamiento es interesante para un futuro balneario, aunque probablemente nos obligaría a trasladar el campo de fútbol municipal si el proyecto que tenemos en mente se lleva a término", señala Alberto García.

El regidor socialista pretende obtener los permisos de concesión de un balneario y ofrecer los terrenos municipales para que la inversión privada hiciera el resto, porque los costes de financiación del proyecto son inviables para las arcas municipales de Catoira en estos momentos de crisis.

"Creemos que el turismo de salud, con una enorme demanda en la actualidad, es un valor económico añadido para nuestro municipio muy importante en estos momentos, porque la idea es que en este negocio tuviera una participación como socio el Ayuntamiento", comenta García.

El alcalde está convencido de que la futura empresa termal semipública tendría un tirón turístico ya consolidado por la romería vikinga, que atrae a miles de seguidores desde que en el año 1988 fue declarada de Interés Turístico Nacional. "Pretendemos ofrecerlo como un elemento compatible para explotar al máximo nuestros recursos", añade.

Un filón sociocultural que se aspira a completar con nuevas excavaciones arqueológicas en las famosas Torres del Oeste, el asentamiento medieval más antiguo de Galicia, que sirvieron de escudo defensivo desde el comienzo de la Edad Media hasta el reinado de los Reyes Católicos.

El alcalde de Catoira, Alberto García, junto al manantial de aguas termales localizado hace dos meses.
El alcalde de Catoira, Alberto García, junto al manantial de aguas termales localizado hace dos meses.CARLOS PUGA

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