Fabra apunta un nuevo talante

El futuro presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra no quiere ser solo el sucesor del dimitido Francisco Camps, acorralado por la corrupción y criticado por sus herméticas formas. Ayer dibujó un nuevo panorama, abierto a escuchar, al diálogo y a la transparencia. Pidió perdón por las equivocaciones que haya podido tener hasta ahora, como alcalde de Castellón, admitió que se puede "equivocar", dijo que se han de "aceptar las críticas" y mostró signos de humanidad. De hecho, desveló que, a su entender, la dimisión de Camps "hace que se pase página" y así lo va a intentar.

"Ahora hay que hablar de presente y de futuro y tiendo la mano al resto de partidos, que espero que también lo entiendan así", alegó. "Quitémonos todas las etiquetas, los complejos que hemos podido tener o argumentos que hasta ahora podían ser válidos para dar paso a un nuevo futuro del debate y de la Comunidad Valenciana", dijo, validando las críticas esgrimidas por la oposición pero reclamando un nuevo talante.

"No sería justo perder todo lo que se ha invertido en la fórmula 1"

Fabra habló de las víctimas del metro pero especificó: "Voy a recibir a todas las personas que tengan algo que decir, quienes tengan alguna reivindicación, alguna inquietud, los voy a escuchar y, en la medida de lo posible, les atenderé". Con la intención de no sonar utópico añadió: "Eso no quiere decir que tenga una solución pero sí que trabajaré por encontrar una solución posible".

El aún alcalde de Castellón convocó ayer un acto tras la última junta de gobierno local, en el que se mostró emocionado por los 20 años que ha dejado en el Consistorio castellonense. Admitió, sin fisuras, que es de Castellón "y esa es una condición que no se quita nunca", por lo que dijo que velará "especialmente" por los intereses de la provincia.

Abordó todos los temas sobre los que se le preguntó y, aunque con prudencia, habló de la prueba de fórmula 1 que se celebra en Valencia y que tantas críticas ha despertado. Así, calificó de "interesante" que la Comunidad Valenciana siga teniendo eventos a nivel internacional y señaló que "no puede producirse un apagón en este sentido porque no sería justo con lo que se ha invertido aquí". Aún así, quiso marcar que "todo debe ser en su justa medida y, desde luego, sin que eso suponga más gasto del necesario porque eso no lo entenderían los ciudadanos".Alberto Fabra mostró ayer su disposición a reunirse con las víctimas del accidente de metro de Valencia, que llevan cinco años esperando un encuentro con el presidente de la Generalitat. Preguntado sobre si iba a responder a la oferta que le hizo la Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio de tener un encuentro, el futuro presidente del Consell respondió que se reunirá "con todas las personas que tengan algo que decir". "Esto no quiere decir que vayamos a encontrar una solución a lo que piden, porque no es siempre posible", añadió, "pero sí vamos a trabajar de forma conjunta para intentar encontrarla".

Hace tres semanas se conmemoró el quinto aniversario del siniestro. En el acto, la presidenta de la asociación, Beatriz Garrote, recordó la sensación de abandono que sufren por parte de la Administración autonómica. Tras alguna negativa anterior, año y medio después del accidente remitieron una carta al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en la que le solicitaban un encuentro para transmitirle sus dudas sobre lo ocurrido y la conveniencia de abrir una investigación sobre el siniestro. La presidenta de la asociación comentó que aún seguían esperando una respuesta a la solicitud.

Es cierto que días antes del quinto aniversario la portavoz del Consell, Lola Johnson, manifestó que el Gobierno valenciano compartía el dolor de las víctimas. Pero en la conmemoración del accidente no hubo ninguna representación oficial. Solo acudieron miembros de la oposición. Desde 2006, En todos estos años, la asociación no ha dejado de recordar el olvido al que ha sido sometida. Hiciera frío o calor, lluvia o viento, el día 3 de cada mes se concentraron sin falta bajo la puerta gótica de la catedral de Valencia, donde desplegaron la pancarta con el lema que resumía su indignación: "43 muertos + 47 heridos = 0 responsables". Poco importaba que la Generalitat tratara de borrar las huellas del accidente, como el cambio de nombre de la estación de Jesús de Metrovalencia, donde tuvo lugar el descarrilamiento, por el de Joaquín Sorolla. O que en el cuarto aniversario, los responsables de la catedral de Valencia se negaran a que un sacerdote elegido por la asociación de las víctimas del metro celebrara la misa en memoria de los fallecidos.

Al margen de esta cuestión, Fabra aludió en el encuentro de ayer al cese de las emisiones de TV3 en el territorio valenciano, cuestión a la que se refirió como "batallitas que deben acabar". "Quiero que aquí se pueda ver TV3, pero que también en Cataluña se vea Canal 9 y con el mismo número de canales, y si para eso hay que solicitar un múltiplex, que lo dé el ministerio", indicó. "Si aquí el ministerio nos trata igual que a Cataluña, aquí se verá TV3 y en Cataluña Canal 9, porque intentaré llegar a un acuerdo con el presidente de Cataluña".

La Generalitat de Cataluña aseguró ayer que, por su parte, está "todo a punto" para que empiece la reciprocidad televisiva entre Canal 9 y TV3, en respuesta a las palabras de Fabra. Francesc Homs, portavoz de la Generalitat de Catalunya indicó que tienen un canal "a punto" para emitir la señal de Canal 9, ya que hay un canal del multiplex reservado a este efecto: "Si hacen zapping podrán ver un canal que se llama Canal 9 y en el que aparecen las barras porque no hay señal". "Cualquier declaración de cualquier representante de las instituciones de Valencia, si está en la línea de la reciprocidad, es muy bien recibida", añadió Homs, quien lamentó que la situación mantenida anteriormente por el ex presidente Francisco Camps "no tenía ni pies ni cabeza".