El Banco CAM elegirá su consejo tras la nacionalización de la caja

La dirección de Caja Mediterráneo (CAM) retomó ayer "el consenso y la estabilidad" tras la convulsa reunión del lunes, donde un grupo de consejeros críticos reclamó la elección de los nuevos representantes en el consejo del Banco CAM antes de la entrada en la caja del Banco de España, extremo que se materializará en un plazo de 15 días.

El presidente de la caja, Modesto Crespo, logró arrancar al sector crítico un pacto de "no agresión" y posponer la elección del consejo del banco hasta la nacionalización efectiva de la entidad crediticia. "Haber entrado hoy [ayer para el lector] en una votación para elegir el consejo del nuevo banco hubiera sido molestar aún más al Banco de España y agravar la sensación de inestabilidad", señaló un consejero de la caja. "Precisamente, lo que tenemos que hacer ahora es intentar transmitir la mayor sensación de seguridad y de consenso", añadió.

La caja busca a la desesperada capital privado y rebajar la ayuda del FROB

En este plazo de 15 días, la caja, según fuentes del consejo, hará un último intento por conseguir un socio privado que amortigüe el peso mayoritario que el Banco de España tendrá en la entidad alicantina. El máximo organismo bancario español entrará en el capital social de la CAM con 2.800 millones en virtud de la ayuda del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Esa cifra supondrá, según las mismas fuentes, el 85% del capital social de la caja.

Esta holgada mayoría del Banco de España en el nuevo Banco CAM le dejaría las manos libres tanto para la designación del consejo como para la del resto de miembros del equipo directivo. "Es evidente que el Banco de España impondrá su mayoría y designará un consejo de administración de carácter técnico y no politizado. Por tanto, echará a los que hubiéramos", explicó este consejero.

De haber prosperado la iniciativa del sector crítico, liderada por el vicepresidente segundo de la caja Benito Nemesio, los nuevos consejeros del Banco CAM tendrían un perfil similar al actual, es decir, de marcado cariz político. Este grupo de consejeros esgrimió también el argumento de la "estabilidad y normalidad" para justificar el adelanto del nombramiento del consejo del banco.

El consejo de administración del Banco CAM ya cuenta con cinco miembros: el presidente de la entidad, Modesto Crespo; el exdirector general de la caja, Roberto López Abad; su sucesora en el cargo, María Dolores Amorós; el consejero Ginés Pérez Ripoll, un empresario de Benidorm afín a las tesis del presidente, y el secretario del consejo de la caja, José Forner. La ley, no obstante, autoriza al Banco CAM a ampliar su consejo de administración hasta un máximo de 15 miembros. Esto supondría que las 10 plazas disponibles podrían ser cubiertas por los actuales titulares del máximo órgano de gobierno de la entidad antes de su inminente nacionalización.

Pero si en la reunión de ayer se hubiera procedido finalmente a completar las vacantes del banco, Modesto Crespo habría podido ser derrotado en la elección, ya que el sector crítico contaba con el respaldo de al menos 12 de los 20 miembros.

La dirección de la caja optó ayer por el silencio y ni siquiera emitió la habitual nota al término de cada uno de los consejos convocados oficialmente.

De hecho, la decisión de proceder a la amortización de la totalidad de las cuotas participativas en circulación fue comunicada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La CAM ofrece un precio para esta amortización de 4,7714 euros por título, que corresponde a la media del último trimestre contando desde ayer mismo.

La caja alicantina se convirtió en 2008 en la primera que dio el salto al mercado con las cuotas participativas, un instrumento financiero que responde a las características de las acciones cotizadas pero que no confieren derechos políticos a sus titulares. Con esta operación, la CAM consiguió obtener liquidez para hacer frente a sus obligaciones crediticias.