En busca de la pureza flamenca
Fernando Romero ofrece 'Paseo por el amor y la muerte' en Itálica
La visita de Dante al infierno se une al flamenco en el espectáculo Paseo por el amor y la muerte, del bailaor Fernando Romero (Écija, Sevilla, 1969), que podrá verse mañana viernes y el sábado en el Festival Internacional de Danza de Itálica. En Paseo por el amor y la muerte, el artista sevillano lleva a cabo una interpretación de la Divina Comedia. Por esta obra, que se estrenó en la pasada Bienal de Sevilla, le fue concedido el Premio Benois de la Danza, que está considerado como el Oscar del baile. Romero, que es el primer artista flamenco que lo ha recibido, recogió el galardón en el Teatro Bolshoi de Moscú.
La directora del Instituto Andaluz de Flamenco, María de los Ángeles Carrasco, explicó ayer que este premio se había concedido anteriormente a otros españoles como Nacho Duato o Tamara Rojo, "pero nunca a nadie del mundo del flamenco", lo que "supone todo un honor para este arte y un reconocimiento internacional".
"Hemos llenado el infierno de flamencos", afirma el bailaor
Paseo por el amor y la muerte, título "robado" a la película de John Huston, muestra un viaje a los infiernos donde habitan los flamencos con sus pasiones, su lucidez y sus deseos. Romero es experto en fundir el flamenco con lo clásico y lo contemporáneo en la danza y en la música. En el viaje al averno, que simboliza el flamenco, se transita por las emociones del arte jondo.
"El espectáculo es una revisión de la Divina Comedia. Es como un viaje buscando ese cáliz que buscan todos los flamencos. Aquí se busca la pureza. Lo que hemos hecho es extrapolar a los personajes de la Divina Comedia original y hemos puesto a nuestros clásicos: Carmen Amaya, Pastora Pavón, Antonio Mairena... Hemos llenado el infierno de flamencos", comentó Romero.
La pureza es la cualidad que como un grial concita el ánimo de todos. "Hemos añadido a todos nuestros clásicos del flamenco, a quienes les preguntamos dónde está la pureza. Desde Mairena hasta Caracol todos dicen que los artistas de antes eran puros. Siempre se hace el mismo comentario, que la pureza ya se ha perdido, que los artistas de antes eran los que eran puros, no los de ahora. No puedo contestar cuál es mi visión de la pureza porque es demasiado abstracta", agregó el bailaor.
"En la Divina Comedia hablamos de un camino, de una búsqueda en sí... Es un viaje buscando algo concreto. La excusa la da Dante. Hay un maestro que le puede indicar por donde ir. Hacemos más hincapié en el viaje que hace. Dante soy yo y mi alter ego en el cante es Arcángel. Virgilio en el baile es José Antonio y su alter ego en el cante es Miguel Ortega", aseveró Romero. John Cage, Toru Takemitsu y Yoritsune Matsudaira aportan su música a Paseo por el amor y la muerte.
Pepa Gamboa, directora artística junto a Romero del espectáculo, recalcó que "la puesta en escena es bastante sobria". "Todo es esencial; nada es decorativo", resumió Gamboa.
En ese viaje por los abismos del flamenco, por el fondo donde fluyen sus corrientes nutricias, Romero bucea en el recuerdo de los grandes mitos del arte jondo en busca de la pureza.
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