La protesta por reabrir La Fe vuelve a reunir a cientos de vecinos en Valencia

Pese al bochorno y el chaparrón, más de 500 vecinos de los barrios del noroeste de Valencia se manifestaron ayer de nuevo por la reapertura del antiguo hospital La Fe. Es la tercera vez en tres meses que los vecinos salen a la calle, esta vez apoyados por la coordinadora de asociaciones vecinales de Mislata, que reclaman, igualmente, la continuidad del hospital Militar de la localidad.

"Estos vecinos tienen toda la razón", defendió el portavoz del Grupo Socialista Joan Calabuig, "La Generalitat no puede dejar el noroeste de la ciudad sin hospital". "El sobrecoste de la Ciudad de las Artes y las Ciencias daría para siete hospitales de estos", comparó. El representante de EU, Amadeu Sanchís, criticó "los perjuicios" que sufren los vecinos desde el traslado del hospital al nuevo complejo de Malilla, donde un autobús, único transporte público que alcanza hasta la entrada, tarda unos 45 minutos en llegar. "La Fe nueva", criticó Sanchís, "responde a intereses propagandísticos". Y así transcurrió la tarde: la marcha paseó ante el antiguo hospital al ruido de cacerolas y silbatos. El 15-M aportó pancartas y capital humano y los vecinos se emplazaron al próximo 14 de septiembre para continuar la protesta.