Valderrama se hace más flamenco

Juan Valderrama no quiere medias tintas. Acaba de publicar su quinto disco, Sonidos blancos, en el que apuesta definitivamente por el flamenco; pero, eso sí, un "flamenco de autor" en el que cuenta "lo que pasa en mi escalera, en mi barrio", precisa el cantaor hijo de dos grandes: Juanito Valderrama y Dolores Abril.

"Estamos en un momento muy delicado y los artistas tenemos que implicarnos. A las bulerías Qué verdad tan grande, uno de los 13 temas del disco, yo las llamo las de los indignados. A mí no me gustan las aglomeraciones, pero yo también estoy indignado y lo reflejo en mi trabajo", explica Juan Valderrama en Sevilla. El artista asegura que vive "en el AVE", donde se pasa el día para ir de su casa de Espartinas (Sevilla), donde se crió, a la de Madrid.

"Yo también estoy indignado y lo reflejo en mi trabajo", afirma el artista

"Déjame creer en la utopía / y pensar que sí queremos / vivir en un mundo sin odio ni maldad / pensar con la cabeza y pasar / de la mentira de esta sociedad / enferma de egoísmo y vanidad", dice la bulería, de la que el artista, que nació en Madrid hace 39 años, es autor de letra y música.

El disco es el tercero que edita con Kompetencia Records, su propio sello que creó en 2006 cuando decidió romper con su anterior compañía, RCA. "El último CD que hice con RCA, Alfileres, era muy pop porque ellos querían que yo me alejara de la onda de mi padre. Querían cambiar mi sueño y mi proyecto, pero yo soy hijo de Juanito Valderrama y si eso no les gusta me han castrado como artista", asegura el cantaor, en cuyo primer disco, La memoria del agua (2002), colaboraron Ana Belén, Joaquín Sabina, Vicente Amigo y su propio padre.

Luego llegaron Alfileres (2004) e Ilusión (2006), en el que colaboró José Luis Perales, que compuso dos canciones para el disco. En Moderna tradición (2009), su cuarto trabajo, grabado en Turquía y Egipto, fusionó la copla y el flamenco con orquestas de Oriente Próximo.

"No me gustaría que se cometiese conmigo la misma injusticia que con mi padre, a quien los críticos no consideraron flamenco hasta que no tuvo 85 años. A mi padre no le perdonaron nunca que se saliera del redil, que grabara copla y triunfara. Él nunca se bajó del escenario sin cantar por soleá y por seguiriyas; lo que pasa es que era payo y de Jaén, si hubiese sido gitano de Jerez...", reflexiona el artista.

Juan Valderrama, que firma la letra y la música de muchos de los temas de Sonidos blancos, no tiene pelos en la lengua ni cuando canta, como demuestra con Ya no quedan héroes, ni cuando le da un repaso a críticos, industria discográfica o a la política de subvenciones a la cultura. De su garganta siempre salen sonidos claros.