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Galicia lidera la investigación en matemática industrial

Científicos gallegos desarrollan el 55% de los contratos de investigación llevados a cabo por empresas españolas

El uso de las matemáticas como generadoras y canalizadoras de soluciones para problemas aplicados no es fruto de la tecnología de última generación. Las primeras experiencias identificables a su huella se remontan ya a los tiempos de Arquímedes. Es en las últimas décadas cuando su cada vez más decisiva contribución a la búsqueda de soluciones innovadoras a los retos de las empresas las convierte en un nuevo y rico filón.

En España, la investigación gallega es la que mejor ha sabido explotar una herramienta transversal que permite optimizar los procesos de producción, distribución y almacenamiento de empresas de cualquier ámbito productivo, repercutiendo también en un mejor precio y diseño de sus productos.

Una tesis predice el nivel de calidad de aguas que tendrá el lago de Meirama

Peregrina Quintela, profesora universitaria y una de las organizadoras de las I Jornadas de Transferencia y Matemática Industrial que desde ayer y hasta mañana acoge la Universidad de Santiago de Compostela, asegura que la matemática gallega vive una situación de privilegio en el ámbito de la transferencia de su tecnología a los sectores productivos: "Galicia es líder a nivel nacional y referente en el ámbito internacional gracias a un trabajo de más de veinticinco años que ahora da sus frutos". Y es que más de la mitad de los contratos de investigación puestos en marcha por empresas españolas están a nombre de matemáticos gallegos. Un liderazgo que, subraya Quintela, es aún más destacado teniendo en cuenta que " solo el 5% de las empresas están ubicadas en Galicia".

Con todo, para que las matemáticas contribuyan al impulso del sector industrial gallego, aún quedan obstáculos que salvar. El primero, el de la financiación. Por el momento, el apoyo económico de las instituciones públicas y privadas se hace indispensable para la puesta en marcha de proyectos como la Red Española de Matemática-Industria o el Instituto Tecnológico de Matemática Industrial, aunque las previsiones de Quintela señalan un plazo de cinco o seis años para llegar a una situación de autonomía. Los otros retos se personalizan en la necesidad de un acercamiento más intenso a las pequeñas y medianas empresas y a que los alumnos que se están formando en las universidades gallegas, tanto en las titulaciones de ingenería matemática como de técnicas estadísticas, sepan proyectar su actividad a los sectores productivos del país.

Buena muestra de cómo la colaboración entre las matemáticas y la industria permite la apertura de nuevas líneas de investigación en el campo científico y de innovación en el sector industrial la puden encontrar los estudiantes en la tesis doctoral de Luz María García. Premiada por la Real Sociedad Española de Matemáticas, el trabajo de esta investigadora del Instituto Oceanográfico de A Coruña aplica la metodología matemática para predecir el nivel de calidad de las aguas del lago artificial que se está creando sobre el hueco dejado por la mina de Meirama, en Cerceda. Los resultados del proyecto, financiado por la Xunta en colaboración con la Universidad de Santiago y Limeisa, empresa responsable del yacimiento de lignito, aseguran que la calidad del agua es lo suficientemente buena, de acuerdo con la normativa vigente, para poder conectarla a la red de embalses de A Coruña. No obstante, Luz María García recuerda que los modelos matemáticos no son una representación exacta de la realidad, por lo que siempre existen incertidumbres.

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