Mesías con delirios de amor

Vicente Rubio (Villena, Alicante, 1971) tenía delirios, soñaba despierto que era un mesías y que su misión en el mundo era la búsqueda del amor. Cogió una cámara y empezó a grabarse a sí mismo como si se tratara de una película sin darse cuenta de que empezaba un viaje en la búsqueda de respuestas para sus crisis existenciales.

Esos delirios mesiánicos empezaron a convertirse en las primeras alucinaciones que veía como la ratificación a sus creencias místicas. En 2003, se estampa un día contra un muro en el pasillo de su casa y le ingresan en un hospital psiquiátrico. El diagnóstico fue esquizofrenia paranoide.

"Estuve 15 días ingresado. Me pusieron un tratamiento y empecé a entender la enfermedad. Vivirlo a través de los sueños fue algo terapéutico que ayudó en mi sanación", explica.

Agifes presenta en San Sebastián el filme dentro de una campaña de sensibilización

"La enfermedad mental no tiene porqué asociarse a la violencia" dice el autor

Fruto de su experiencia nace el documental Solo que se estrena hoy en el Aquarium de San Sebastián organizado por Agifes. La Asociación Guipuzcoana de Familiares y Enfermos Psíquicos está recorriendo los pueblos del territorio con el testimonio del joven realizador. Durante los 73 minutos que dura la cinta, Vicente, director y protagonista de la historia, muestra "una vía de entrada y salida al túnel de la esquizofrenia".

Lo intenta explicar: "La entrada al túnel es la parte en la que vivo una búsqueda del amor a través de la locura, la visión de un soñador desde los más profundos recovecos de la locura. La salida es la parte de la recuperación".

Esa recuperación tiene nombre de mujer. Vicente Rubio encontró en 2006 a su "alma gemela", como él dice, y tiene dos hijos. Hoy lleva una vida normalizada gracias a la medicación. Colabora con proyectos de sensibilización para acabar con la estigmatización de las enfermedades mentales. El apoyo de su familia y amigos ha sido "decisivo" para afrontar y encarar su enfermedad. "Es muy importante, sin ellos, hubiera sido mucho más difícil", asegura. Vicente Rubio quiere romper con el mito de los locos de atar. "No me reconozco con los enfermos mentales que aparecen en la prensa relacionados con sucesos violentos. Tiene que acabarse con esa imagen. Tener una enfermedad mental no significa necesariamente que seas agresivo o violento", recalca.

Han pasado cuatro años desde el diagnóstico. Vicente Rubio ha realizado un cortometraje titulado Imaginarium con el que colabora en campañas de sensibilización sobre la esquizofrenia. Acude a charlas y conferencias junto con psicólogos y psiquiatras para hablar de la recuperación en esta enfermedad "mal vista" y desmitificar "el mito del loco de atar concepto que sigue arraigado en las mentes de la sociedad en general", añade.

Por qué avergonzarse de soñar y ver la vida con cierta locura.