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Valencia cierra las acampadas del 15-M en la comunidad

Pablo Ferri

1De cualquier manera, la noticia del día era todavía el desalojo policial de la madrugada. Más de cien agentes, según explicó la delegada del Gobierno por la mañana, habían integrado el operativo para desmontar la acampada de la plaza del Ayuntamiento. Botella explicó también que los servicios de limpieza habían sacado 15 camiones llenos de enseres de los acampados y que podrán recuperarlos si contactan con el Ayuntamiento. De cara a las elecciones generales del próximo mes de marzo y las posibles movilizaciones ciudadanas, la delegada declaró que la relación entre la policía y el 15-M ha sido un ejemplo de convivencia por la cantidad de horas que han compartido sin incidente alguno y que, además, la próxima vez, si hay próxima vez, les cogerá "más curtidos".

Botella, que habló de convivencia, diálogo y buen entendimiento, ignoraba que por la noche, un centenar largo de indignados trataría de acampar frente a su despacho de la calle Colón. Los indignados, prácticamente los mismos que frecuentaban últimamente la acampada de la plaza del Ayuntamiento, se jalearon por la tarde en la asamblea y, al final, el megáfono dijo que prolongar la reunión en los cuatro carriles de tráfico de la calle Colón resultaba una buena idea. Al cierre de esta edición, aun discutían ante la mirada atenta de cada vez más agentes de policía. La mayoría de ellos, en todo caso, ya se había marchado.

Así, el 15-M entra definitivamente en una nueva etapa. Definitivamente porque con el desalojo de Valencia, la comunidad se queda sin acampadas. Solo Ontinyent, Elche, Mislata y Alcoi mantienen pequeñas carpas y puntos de información. Las comisiones asumen así la mayor parte de trabajo. El objetivo, además de apoyar la marcha a Madrid, apunta a consolidar la estructura de los barrios e incluso a incorporarse a las Juntas Centrales de Distrito, caso de la asamblea del barrio de Russafa. En cuanto a la marcha, los caminantes visitan Valencia por turnos para mantenerse en contacto con los indignados veteranos. Guzman, que ayer andaba por la plaza, explicaba que hoy llegarán a Albacete. A su paso por pueblos, los 60 que son tratan de explicar a la población por qué marchan y qué critican.

Por su parte, los miembros del movimiento 15-M en Alcoi se constituyeron ayer en asamblea tras recibir una notificación del Ayuntamiento negándoles la cesión de un local si no se constituyen legalmente como asociación y siguen los trámites legales para poder hacerlo.

Unas 50 personas permanecían concentradas al cierre de esta edición esperando a ser desalojados por la policía, dado que el lunes ya decidieron que no desmontarían el campamento a pesar de la orden de la Subdelegación del Gobierno de Alicante instándoles a poner fin a la acampada.

"Es increíble, estamos luchando contra la actual manera de proceder y nos quieren obligar incluso a abrir una cuenta bancaria en la que podamos domiciliar los recibos de la luz y los gastos que generaría la cesión de un local que en ningún caso podríamos obtener antes de dos años siguiendo el procedimiento establecido", manifestó uno de los indignados, informa Artur Balaguer.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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