Bildu concentra su plan de gobierno en 101 medidas
En Guipúzcoa incidirá en la política social y la fiscalidad
La colección parlamentaria de la pasada legislatura, que Alternatiba se encargó de ir engordando con un sinfín de iniciativas de todo tipo, sobre todo de orden social, deja un rastro imborrable que ahora coloca a Bildu ante una verdadera prueba de fuego. ¿Será capaz de cumplir desde el gobierno foral todas las iniciativas que exigía cuando estaba en la oposición? Bildu ha concentrado en 101 medidas el documento que ha titulado Ejes del programa de gobierno en Guipúzcoa.
La coalición abertzale tiene previsto ir acompasando sus aspiraciones autodeterministas con una intensa actividad en el terreno fiscal y social para abordar los dos grandes frentes que se ha puesto como norte combatir los efectos de la crisis económica para reducir la tasa de desempleados y dar salida a los colectivos que se encuentran en riesgo de exclusión social.
Las iniciativas de gestión se acompasarán con las de tinte político
El programa es esclavo de las propuestas que planteó Alternatiba
En el frontispicio de su programa electoral, Bildu hace una apuesta "clara, inequívoca" por el ejercicio del derecho de autodeterminación, por la "soberanía plena", una reivindicación que ha estado muy presente en todas las intervenciones públicas del actual diputado general, Martin Garitano. Eso lo llevará a cabo, si cumplen su palabra, empleando "medios exclusivamente políticos y democráticos" y respetando "en su integridad" el Acuerdo de Gernika, que contiene un rechazo expreso al uso de la violencia y se exige a ETA que no vuelve a utilizar las armas.
En el ámbito de la gestión, el programa de gobierno de Bildu es en buena parte esclavo de las propuestas que durante la pasada legislatura abanderó Alternatiba, uno de los integrantes de la coalición abertzale, junto a independientes y EA. La reforma fiscal que quieren llevar adelante plantea genéricamente incrementar la presión sobre las rentas más altas, sin citar, como hacían antes, la creación de un nuevo tramo en el IRPF para que los más ricos tributen al 50%. Subirán el tipo del Impuesto de Sociedades para "acercarlo a los del IRPF", pero no hacen mención a que hace solo seis meses defendían fijarlo en el 32,5%.
En cuanto a las infraestructuras, no hay grandes variaciones. No a la ampliación de la pista del aeropuerto de Hondarribia, rechazo frontal al puerto exterior de Pasaia, no más peajes, y lucha sin cuartel contra la incineradora de Zubieta.
Más allá de otras aspiraciones izquierdistas en favor de la "soberanía alimentaria", el "consumo responsable", su negativa a participar en "ningún acto religioso", la auténtica revolución que quiere liderar Bildu desde la primera institución guipuzcoana se reserva para la política social.
El gobierno foral ha depositado la responsabilidad de capitanear los servicios sociales en Ander Rodríguez, representante de Alternatiba en las Juntas Generales del anterior mandato y el mayor promotor de resoluciones contra la actuación del gobierno presidido por Markel Olano, del PNV. Exigió a la Diputación guipuzcoana en septiembre de 2010 la aprobación de una ayuda equivalente a los 426 euros para desempleados de entre 30 y 45 años tras ser derogada esta prestación por el Gobierno central. Ahora Bildu se compromete, sin más detalles, a establecer una ayuda para parados de larga duración que carezcan de ingresos, una medida que afectaría a algo más de un millar de personas en Guipúzcoa.
No figura en su hoja de ruta la creación de un "centro de acogida inmediata de mujeres víctimas de maltrato", como el actual diputado del ramo pretendía lograr del anterior ejecutivo. Otro de los olvidos de Bildu es la "constitución de un ente público [liderado por el Gobierno vasco] para la progresiva creación de un parque público de viviendas en régimen de alquiler". Nada de eso se contiene en sus compromisos programáticos.
Bildu quiere centrar sus esfuerzos en la supresión de los servicios públicos subcontratados -más de 100, según Alternatiba- y la apuesta por la "gestión directa". Este es el principio que inspira su promesa de crear un "sistema vasco de servicios sociales público", sin copago. También se compromete a "complementar las pensiones mínimas", "terminar con las listas de espera" y a la "erradicación de la pobreza", que en este territorio implica al "20% de la población". Bildu aboga por abrir un debate social para articular una "renta básica de ciudadanía" que sería "universal, individual e incondicional".
El área de Migración, que Garitano asume desde su propio gabinete, contempla reemplazar los centros de acogida por un sistema "más eficaz" como las "viviendas tuteladas".
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