Guardia Civil y policía apagan incendios forestales en Pontevedra

La resistencia de la Xunta a adelantar el pleno despliegue del operativo de extinción de incendios ha encontrado un nuevo crítico en el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández, que advirtió ayer que la Guardia Civil se encuentra en ocasiones "desesperada" ante los numerosos incendios en la provincia, a los que atienden pese a no ser su competencia. Fernández reveló que los informes que recibe de los mandos indican que los agentes están "solos" ante fuegos como los declarados en Valga o Barro, a los que dedican un 30% de sus servicios. La proliferación de focos ha obligado a que incluso la policía nacional esté colaborando en la extinción.

"En las llamadas que recibo de la jefatura hay bastante desesperación", aduce Fernández. "Los guardias civiles son casi siempre los primeros que llegan, y ven que no hay medios suficientes", explica. El subdelegado insiste en que los agentes no cuentan entre sus funciones la de apagar los fuegos: "En las patrullas una de las prioridades es tratar de detectar el riesgo de incendio, los focos o sorprender a algún incendiario. Tienen que estar allí por si es necesario evacuar a la población, pero no extinguir. Quiero hacer una llamada a la Xunta para que adelante los operativos. Quiero hacer una llamada a la Xunta para que adelante los operativos; tendrán que hacerlo, viendo cómo estamos".

El instituto armado no es el único que está interviniendo oficiosamente en los trabajos de extinción. Bomberos urbanos y policía nacional también tuvieron que sumarse a la tarea ante la proliferación de fuegos. Los agentes de la comisaría de Pontevedra han prestado su ayuda en al menos cinco focos en zonas rurales del municipio desde el pasado sábado. El subdelegado insiste en que los mayores problemas los está teniendo en todo caso la Guardia Civil, porque el territorio que sus agentes deben abarcar es mucho mayor.