Empresarios como Lady Gaga

Lady Gaga se ha convertido en menos de dos años en la mayor apuesta del negocio del entretenimiento. Si cotizara en Bolsa, la artista neoyorquina seguiría subiendo como un valor al alza. La reina capaz de batir todas las marcas: la cantante con más seguidores en las redes sociales, la más vista en YouTube, la artista más influyente, según la revista Time... En plena crisis de la industria discográfica ha construido un personaje que traspasa las fronteras musicales.

Juan Carrión, consultor en estrategia, innovación y gestión de personas, pone como ejemplo a Lady Gaga para llegar al éxito empresarial. Las estrategias puestas en marcha por este icono global, por esta celebrity que ha pulverizado a Madonna o a Britney Spears podrían ser aplicadas para que muchas empresas lograran el éxito. Lo explicó ayer en la III Jornada de Innovación de la Oportunidad al Negocio, organizada por Florida Universitària, en la Fundación Bancaja, ante más de 200 directivos.

Apple, Twitter o Facebook son como la diva, según Carrión

Las empresas deben fomentar la autocrítica constructiva

Para Carrión, socio-director de Be-Up y autor de diversos libros sobre estrategia, innovación y talento, las claves del nacimiento de la estrella más global son diversas: "Lady Gaga se ha rodeado de un equipo muy creativo. Su liderazgo se basa en la motivación, en el trabajo duro, en un tremendo concepto de sí misma, en su capacidad para reinventarse, en la libertad de crear y en la máxima penetración en las redes sociales".

En la actualidad, de acuerdo con Carrión, hay muchas "empresas Gaga", empresas disruptivas, capaces de innovar: Apple, Twitter, Facebook, Nissan, Groupon, y, por supuesto, Google. La mayoría se concibe como comunidades creativas, con culturas colaborativas y estructuras horizontales, en las que la innovación se produce en todos los niveles. "La creación de Barbie, la muñeca más vendida del mundo, fue idea de una administrativa de Mattel, pero en España está muy arraigada la idea de que a los trabajadores no se les paga por pensar. Hay que llenar las empresas de frikis, de inconformistas positivos, sin miedo a sugerir". De niña Lady Gaga lo era, se sintió un bicho raro y ha explotado esa excentricidad.

Para asemejarse al fenómeno Gaga, las empresas deberían fomentar la autocrítica constructiva, simplificar los procesos, identificar las ideas más prometedoras y protegerlas ante los mecanismos internos (envidias, jefes inseguros...) y destinar tiempo a innovar: "Los trabajadores de Google dedican el 20% de su jornada a pensar, y no trabajan por horas, sino por contribuciones".

La mayoría de estas imágenes son extravagancias para la empresa española, todavía muy alejada de las empresas Gaga que demuestran su seriedad y éxito sin traje ni corbata, y evaluándose a diario, porque aun siendo las mejores del mundo, saben que no son suficientemente buenas.