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ECONOMÍA, INDUSTRIA Y COMERCIO | El Consell se pone en marcha

Una semana para definir el recorte

La caída de los ingresos públicos obliga a ahorrar ya para llegar a fin de año

"Austeridad, transparencia, eficacia y credibilidad". Enrique Verdeguer, consejero de Economía, Industria y Comercio, aprovechó la toma de posesión del segundo escalón de su consejería para recordar lo delicado de la situación económica, el monto de la deuda que arrastra la Generalitat y la necesidad de "ser muy selectivos" en las iniciativas de impulso económico.

Verdeguer quiso trasladar un mensaje de "ilusión" y llamó a la unidad de acción de todos los actores económicos. Pero quedó claro que ha interiorizado los pormenores de la situación de las arcas de la Generalitat que le trasladó José Manuel Vela, consejero de Hacienda, en su primer contacto desde que asumieron el cargo, una cena el martes por la noche.

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La situación es dramática. Los ingresos públicos han caído en picado, los presupuestos se elaboraron en Hacienda a partir de estimaciones de crecimiento demasiado optimistas y, además, incluyeron 633 millones de euros en el capítulo de ingresos procedentes de transferencias del Estado a cuenta del fondo de competitividad. Un dinero que el Gobierno ha anunciado que no va a adelantar, ya que la ley no le obliga a ello.

Fuentes de Hacienda aseguran que están pendientes de un acto administrativo del Ministerio de Hacienda para acudir a los tribunales y reclamar esos fondos. De lo contrario, el déficit de la Comunidad Valenciana se extenderá hasta el 2%, sobre el 1,3% pactado en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, porque esos ingresos estaban previstos en los presupuestos de 2011. De hecho, ayer, la agencia de calificación de riesgos Moody's alertó sobre los riesgos de incumplimiento de las previsiones de déficit en varias comunidades autónomas, entre ellas la Comunidad Valenciana.

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Para colmo, los mercados internacionales e institucionales de deuda están prácticamente cerrados para todos los Gobiernos autonómicos.

¿Qué hacer? El nuevo equipo económico se ha tomado una semana para definir los recortes de gasto que debe asumir a la menor brevedad para poder llegar a fin de año.

El calendario de pagos de la nómina de los funcionarios, por ejemplo, saltará por los aires. Los pagos se ordenarán el último día de cada mes, cuando llegan los ingresos del Estado, según fuentes de Hacienda. El sindicato CSIF alertó ayer que los retrasos en el pago de la nómina o en parte de la misma pueden afectar a cerca de 60.000 empleados de la Administración valenciana.

La clave está en reducir el aparato público, una tarea encomendada a Bruno Broseta, secretario autonómico del sector público de la Generalitat.

Avapsa, la empresa pública que gestiona la calificación de los ciudadanos que pueden optar a las prestaciones de la ley de dependencia ya ha despedido a 80 trabajadores.

La supervivencia del Instituto de la Pequeña y Mediana Industria de la Comunidad Valenciana (Impiva), cuya dirección asumió ayer Rafael Miró, está fuera de toda duda. Es un instrumento clave para el desarrollo de la Estrategia de Política Industrial hasta 2015, un marco de impulso económico que se pactó en noviembre pasado y que Verdeguer asumió como propio. Pero la supervivencia del Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) no está clara. Mar Casanova, su exdirectora, es la nueva secretaria autonómica de Economía, Industria y Comercio. El propio consejero procede del Instituto de Comercio Exterior (Icex). Y el esfuerzo por la internacionalización es un eje decisivo en esta legislatura ante la atonía de la demanda interna. Cabe una fusión del Impiva y el Ivex.

Las empresas que prestan servicios, como Vaersa (gestión de residuos) o Epsar (saneamiento de aguas residuales), por ejemplo, cumplen una misión concreta y es difícil eliminarlas.

Pero otras que se limitan a repartir subvenciones, como la Sociedad de Proyectos Temáticos o la propia Ciegsa, la sociedad constituida para construir colegios públicos, sí podrían desaparecer.

El Instituto Valenciano de la Vivienda, paralizado por falta de fondos, es prescindible, pero está vinculado a la Consejería de Infraestructuras.

Una aparente incongruencia en el momento presente es la adscripción del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), cuya dirección renovó Jorge Vela, a Economía. Las necesidades de financiación de la Generalitat en el presente están ligadas a los vencimientos de deuda, un calendario que maneja el consejero de Hacienda. Y la capacidad de acción del IVF para estimular la inversión empresarial es muy limitada en la actualidad.

El control del gasto sanitario es un problema que desborda a la Generalitat y solo puede ser objeto de un pacto de Estado, conceden fuentes de Hacienda. Los servicios de salud consumen el 40% del presupuesto. Y el futuro de Ràdio Televisió Valenciana es un problema sensible.

Pero Verdeguer hizo votos ayer por cumplir todos sus compromisos con las empresas valencianas.

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