"Trabajamos para llevar el gazpacho Alvalle a EE UU"
PepsiCo no solo es la bebida refrescante Pepsi. Es también Tropicana, Lays, Ruffles, Matutano, Lipton o Alvalle, por citar algunas de sus marcas. Es la segunda empresa de alimentación del mundo, tras Nestlé, y obtiene la mitad de ingresos por bebidas y la otra por productos comestibles. Genera 300 millones de dólares de ventas al día y está en 200 países. Su presidenta, Indra K. Nooyi (Chennai, India, 1955), participó la semana pasada en Barcelona en el Foro Mundial del Consumo. Minutos antes de comenzar esta entrevista puso como condición para concederla que no se publicara el mismo día que la de su homólogo en Coca-Cola, Muhtar Kent.
Pregunta. ¿Cómo una empresa tan global en presencia geográfica y cartera se plantea la estrategia de expansión?
"Las redes sociales pueden ser una fuerza para bien y para mal"
"Enseñaremos a los estadounidenses a consumir sopas frías"
"Los productos nutricionales van a darnos grandes posibilidades"
"Incluso en malos tiempos, la gente quiere tomarse una Pepsi"
Respuesta. En ambas cosas. La expansión en países emergentes donde ya hemos llegado es muy importante. Se trata de profundizar en estos mercados, diversificar en función de los gustos locales, de las necesidades...
P. ¿Cuáles serán sus principales inversiones?
R. Están centradas en ir más allá de agregar capacidades a nuestros negocios clave. Estamos haciendo crecer nuestras líneas de productos y expandiéndonos hacia nuevos productos como los nutricionales, que nos van a dar grandes posibilidades de crecimiento.
P. El año pasado compraron sus dos grandes embotelladoras. ¿Cómo ha funcionado la integración y qué ventajas tiene?
R. La integración ha funcionado muy bien y hemos conseguido las sinergias de costes esperadas. Ahora debemos pasar a obtener sinergias de ingresos.
P. En 2010 crecieron en facturación y beneficios. ¿Será posible seguir haciéndolo?
R. Nos hemos comprometido a incrementar el beneficio por acción entre el 7% y el 8% en el año 2011, pese al aumento de los precios de los productos básicos y a la situación económica.
P. ¿Perciben sus productos el descenso en el consumo?
R. Los mercados no son tan boyantes como antes, sobre todo en el mundo desarrollado, donde las economías están tocadas y la elevada tasa de desempleo provoca cambios en el consumo. Pero la buena noticia es que nuestros productos son pequeños placeres de la vida que no cuestan mucho: incluso en malos tiempos, la gente quiere tomarse una Pepsi o una bolsa de Matutano.
P. Recesión aparte, ¿son los cambios de hábitos alimentarios un riesgo para ustedes?
R. La gente está comenzando a alimentarse de una forma más equilibrada y esto representa una gran oportunidad para nosotros, no un riesgo. PepsiCo es uno de los grandes fabricantes de productos saludables. Tenemos 13.000 millones de dólares de cartera de productos buenos para los ciudadanos y va a crecer al doble de velocidad que el resto de productos. Vamos a hacer crecer nuestra empresa de manera mucho más rápida, y la diversidad, sumada a nuestra presencia global, permite un crecimiento muy sostenible.
P. ¿En qué quedó la propuesta de gravar las bebidas para luchar contra la obesidad?
R. Fueron deliberaciones, que no llegaron a materializarse en impuestos. Se dieron cuenta de que para luchar contra la obesidad hay que tener en cuenta cuestiones la educación física y nutricional, la comida en el colegio..., y que gravar un producto con un impuesto es discriminatorio y no sirve para atajar la obesidad. Los alimentos no son malos o buenos, se trata de cuánto comes de cada alimento.
P. En cualquier caso, se han comprometido a reducir el sodio, azúcares y grasa saturada en sus productos.
R. Como segunda empresa de alimentación y bebidas del mundo, decidimos que podíamos tener un papel preponderante en mejorar el contenido nutricional de nuestros productos sin sacrificar su sabor y etiquetar de forma más clara. Queremos ofrecer a nuestros consumidores una gran variedad de productos a base de frutas, verduras y semillas, productos lácteos, y hacerlo a un precio asequible y con un sabor excelente para que no se tenga que pagar más por una comida saludable o aceptar que tenga mal sabor.
P. El agua es otra de sus preocupaciones. ¿Cómo se mejora la eficiencia en su uso?
R. Nos hemos comprometido a reducir el uso del agua por cada unidad producida en nuestras fábricas en 2015. Otra cuestión es ayudar a abastecer de agua potable a tres millones de personas de las comunidades donde están nuestras plantas.
P. ¿Qué fortalezas tiene PepsiCo frente a su competidor, Coca-Cola?
R. PepsiCo es una empresa enormemente diversificada. Tenemos más del 50% de nuestra cartera en alimentos y snacks y la otra mitad son bebidas. Dentro de las bebidas, la cartera también es muy variada: refrescos, zumos, tés, aguas. Nuestra competencia no es una u otra empresa de bebidas, sino que son todas las que hay en el mercado. PepsiCo sigue la estrategia de ser una empresa diversificada y está haciendo muy bien lo que hace. Una de nuestras fortalezas es la complementariedad de nuestra cartera: si uno se toma unas patatas Matutano, tendrá que beber algo; o si se bebe un Tropicana para desayunar, lo lógico es acompañarlo de cereales.
P. ¿Cómo gestionan la influencia de las redes sociales sobre el consumo? Por ejemplo, la impopularidad del nuevo envase de Tropicana les obligó a dar marcha atrás.
R. Las redes sociales pueden ser una fuerza que actúe para bien y para mal. Para bien, cuando intentan mejorar la sociedad. Pero pueden amplificar pequeñas cuestiones más de lo necesario. Es lo que ocurrió con Tropicana. En las pruebas, la gente estaba a favor del cambio de envase, pero luego dijeron que no, que querían el de antes. Pero se venden tantas unidades que en dos semanas lo cambiamos. El coste del fracaso fue bajo.
P. ¿Qué planes tienen para Alvalle y qué papel desempeñará en la estrategia de triplicar las líneas de productos que promueven la alimentación saludable?
R. El gazpacho Alvalle es una de las perlas de la cartera de PepsiCo. Es un producto fenomenal, así que tengo que dar las gracias por habernos dado esta sopa tan espectacular. Ya exportamos el 40% de la producción de Alvalle a Francia y Bélgica y tenemos muchas ganas de ampliar países, pero tenemos que ir con cuidado para no poner en juego el sabor de Alvalle. Ahora estamos trabajando para llevarlo a Estados Unidos, vamos a enseñar a los consumidores estadounidenses a consumir sopas frías, es el hábito más saludable que pueden tener.
P. ¿Puede poner fecha al desembarco de Alvalle en EE UU?
R. Vamos a hacer pruebas dentro de muy poco en la zona de Nueva York. La gente que lo ha probado lo está pidiendo. A los americanos les gustan las sopas calientes y queremos que se enganchen a las frías a través del gazpacho.
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