López abrirá en julio con los diputados generales el debate de la reforma fiscal

Al margen de qué partido termine gobernando en cada una de las tres Diputaciones, el lehendakari, Patxi López, tiene previsto citar el próximo mes de julio a los nuevos diputados generales para abordar varios de los grandes debates pendientes en Euskadi: la fiscalidad, la arquitectura institucional y sus duplicidades y la prestación de servicios sociales. Si el candidato de Bildu, Martin Garitano, termina haciéndose mañana con la makila foral guipuzcoana sería la primera reunión del lehendakari con un representante de la coalición independentista.

"El Gobierno debe mantener y mantiene relaciones con todas las instituciones", recalcó la portavoz, Idoia Mendia, tras anunciar las citas en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Ejecutivo. Mendia precisó que la intención de López es hablar de forma sucesiva y por separado el mismo día con los tres mandatarios forales, tras lo cual comparecería ante los medios de información.

Si Garitano resulta elegido, sería la primera reunión de López con Bildu

El Gobierno nombrará después de dos años delegado en EE UU

La reelección del peneuvista José Luis Bilbao en Vizcaya se da por descontada y todo apunta a que Bildu mandará en Guipúzcoa. En Álava, el candidato a la reelección, el también peneuvista Xabier Agirre, depende de los votos de Ezker Batua para ganarle al aspirante de la lista más votada, el popular Javier De Andrés. Lo más que probable es que, por primera vez, el PNV no tenga como arma negociadora el poder de las tres Diputaciones a la hora de llevar hacia sus postulados debates como el de la arquitectura institucional y la relación entre sus tres niveles (Gobierno, Diputaciones y Ayuntamientos), donde se ha opuesto a cualquier intento de rebajar las competencias forales.

El debate sobre fiscalidad también se anuncia acalorado. López anunció hace meses que su intención era abrir un análisis con las Diputaciones sobre una posible reforma tributaria, que finalmente decidió aplazar hasta después de los comicios del 22-M. El PNV se ha mostrado hasta ahora contrario a una subida de impuestos, mientras que el Gobierno ha insistido en la necesidad de reformar el modelo para garantizar la sostenibilidad presente y futura de los servicios públicos. Bildu se muestra partidaria de aumentar los impuestos sobre los beneficios empresariales y recuperar el de Patrimonio, suprimido la pasada legislatura.

Respecto a la cuestión de las duplicidades del sistema, el Gobierno encargó hace meses un estudio que servirá de hoja de ruta para una remodelación de la Administración de forma que gane en eficiencia y eficacia.

El debate fiscal se va a abrir bajo el peso de la crisis y con la recaudación tributaria sin terminar de despegar. Mendia confirmó ayer que el Gobierno abordará este año un nuevo plan de ajuste presupuestario debido a que la recaudación no está resultando tan "halagüeña" como se preveía, a lo que habría que sumar la devolución de 435 millones de euros al Gobierno central por el caso Rover si no prospera el recurso presentado por Álava ante el Constitucional.

La portavoz reconoció que recortar el gasto corriente sería insuficiente para equilibrar las cuentas, por lo que habrá que cortar por otro lado. Mendia recalcó que el ajuste se realizará sin mermar la calidad de los servicios públicos básicos (sanidad, educación, servicios sociales, polícía o justicia). Y tampoco se rebajará de nuevo el sueldo de los funcionarios. Los tijeretazos, precisó, "serán en la parte de la grasa y no del músculo ni del hueso".

La portavoz anunció además la decisión de nombrar "en breve" al nuevo responsable de la delegación del Ejecutivo en EEUU, puesto vacante desde que hace dos años fue destituido el anterior delegado, nombrado por el Gobierno de Ibarretxe.