269 compras en una década
El Museo de Bellas Artes agota su fondo de seis millones de euros para adquisiciones - El último lote incluye una escultura de Oteiza
En 1947, durante su estancia en Buenos Aires, Jorge Oteiza retrató a su esposa, Itziar Carreño, en una escultura con influencias primitivas. Itziar es un busto de 33 centímetros de altura, realizado en cemento, un material poco usado por Oteiza. La escultura ha sido adquirida por 138.040 euros por el Museo de Bellas Artes de Bilbao, que cuenta en su colección con otras 21 obras del autor.
Con esta compra y la de otras tres piezas de menor cuantía que supusieron un desembolso total de 68.500 euros, se agota el fondo de seis millones que crearon el Gobierno vasco, la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao en 2001 mediante un crédito. Durante esta década, la partida ha permitido incorporar a los fondos del Bellas Artes 269 obras. En el mismo plazo han entrado por la vía de la donación otras 2.000 piezas, con un valor de otros seis millones, según cálculo de su director, Javier Viar.
Un crédito financiado por el BBVA ha permitido contar con el presupuesto
Las donaciones recibidas en los últimos 10 años alcanzan una valoración similar
Las últimas obras incorporadas a la colección han sido, además de la escultura de Oteiza, la pintura Comida en Mamoiada (1908), una escena costumbrista de Cerdeña pintada por Antonio Ortiz de Echagüe (37.500 euros); el modelo en yeso para una escultura funeraria de Francisco Durrio (30.000 euros), y un aguafuerte inédito de Darío de Regoyos (1.000 euros).
Estas compras cierran un ciclo de adquisiciones que se abrió en mayo de 2002, en la primera reunión del Patronato del museo tras el nombramiento de Viar como director, con la compra de la pintura Des potirons (1998), de Miquel Barceló, junto a trabajos de nueve artistas vascos contemporáneos.
El museo pagó por Des potirons 220.000 euros. No solo fue la primera pieza que se sumó a la colección con la nueva forma de financiación, sino que ha sido una de las más importantes. La pintura de Barceló se encuentra a la cabeza de las obras más caras, junto a Figura sentada (1915), de Jacques Lipchitz (350.000 euros); Hierros de temblor II, de Chillida (580.000 euros), o La hispanista, de Ronald B. Kitaj (515.000). La escultura de Lipchitz no llegó sola. Su compra propició la donación de una colección de grabados y una escultura en terracota y otras tres en yeso.
Viar se halla satisfecho con la fórmula de financiación de las adquisiciones y dispuesto a repetirla para contar con un nuevo fondo en enero de 2012. "Ha servido para consolidar una imagen de seriedad y capacidad del museo para crear una colección", dijo ayer. "Nos ha dado estabilidad".
En diciembre de 2001, el BBVA concedió el crédito de seis millones para las compras. El banco, patrono del museo, asumió el pago de los intereses del préstamo, de forma que las instituciones debían devolver el principal en el plazo de 10 años. Viar prevé ahora negociar otro préstamo similar con la misma entidad bancaria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.