"Tengo un arma de hierro"

En su afán por romper barreras, en su resistencia a las limitaciones y a las etiquetas, la compositora, directora de orquesta y cantante soprano Pilar Jurado (Madrid, 1968), que el pasado mes de febrero se convertía en la primera mujer de la historia del Teatro Real que estrenaba su propia ópera (Página en blanco), asume hoy otro gran reto: convertir el templo egipcio de Debod en un palacio pekinés para la representación de Turandot.

Se trata de una propuesta artística impulsada desde la concejalía de Moncloa, que dirige Álvaro Ballarín, con motivo del Día de la Música. "Nuestro cometido como gestores de la política local es acercar la ópera y la clásica al gran público, liberar esas expresiones artísticas del carácter elitista que se les atribuye", dice el concejal. "Pilar Jurado es además un ejemplo del tipo de artistas que hemos venido apoyando, un ejemplo triunfal", argumenta Ballarín.

"Me cansé de escuchar eso de que quien mucho abarca, poco aprieta"

Extraños en la noche, es la película y la melodía que marcó para siempre la vida de esta artista polifacética que ha logrado ya un reconocimiento internacional. "Al día siguiente de ver esa película, mi madre me pilló interpretando la música con un xilófono, sin haber tenido previamente ningún conocimiento musical" cuenta Jurado. "Se quedó tan sorprendida que me preguntó si quería estudiar música y le dije que sí".

Así empezó una carrera meteórica que ha convertido a esta mujer sin ningún complejo de talento en una especie de "artista total". Acabó los estudios de canto en un tiempo récord (entre los 13 y los 20 años), los compatibilizó con los de dirección de orquesta y composición musical, fue alumna del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y profesora al mismo tiempo, siguió sus estudios en el extranjero con algunos de los grandes (Ennio Morricone, Tom Johnson o Franco Donatoni....), ha recibido premios por todas las disciplinas que ha tratado y tiene la naturalidad de una mujer "apasionada por la vida".

"Me cansé de escuchar eso de que quien mucha abarca, poco aprieta", dice. "Huí de los determinismos de los catedráticos, cada uno de los cuales me decía que tenía que dedicarme en cuerpo y alma solo a una cosa, que normalmente era su disciplina".

Convertida en jefa de sí misma, afronta hoy su papel de esclava Liu, el personaje bondadoso de la ópera de Puccini. "Me siento muy identificada con ella, con un ser apasionado capaz de dejarlo todo por amor", asegura.

Pero el torrente de energía y la osada seguridad que transmite Pilar Jurado, delatan a una persona capaz de todo y de más por llegar a cumplir sus sueños. En octubre veremos la Gran Vía, a la altura del teatro Coliseum, convertida en un escenario del Hollywood de los años cuarenta. Otro fruto de su desbordante imaginación.

De momento hoy, quien quiera, podrá disfrutar gratis de su poderosa voz ("tengo un arma de hierro"), que ha seducido ya a propios y extraños, y de una ópera de principios de siglo en un emplazamiento de lujo.

Turandot. Ópera. Templo de Debod. 21.00 horas. Gratuito.