El experto en Segunda llega a Primera

Su estreno en el Granada no fue el esperado, por más que no tardara ni cinco minutos en aceptar la propuesta de Quique Pina, el presidente del club. El 28 de marzo de 2010 debutó Fabri en el banquillo del Nuevo Los Cármenes con un empate (1-1) ante el Betis B. Pero el equipo rojiblanco forjó desde ese día una brillante trayectoria que le llevó a un ascenso a Segunda A 22 temporadas después. "Fiché a Fabri por su enorme conocimiento de la Segunda B", recuerda Pina. Y tanto. Nacido en San Pedro de Santa Comba (Lugo) en 1955, Fabri lleva toda su vida entrenando tras una corta vida como futbolista.

La lista de equipos que ha dirigido es extensa: Villalbés, Lugo, Villarrobledo, Gandía, Sporting Mahonés, Nàstic, Manlleu, Mérida, Lugo, Logroñés (en Primera, en la temporada 1994-95), Elche, Murcia, Campomaior, Ovarense, Marco (estos tres últimos, en la Segunda de Portugal), Avilés Industrial, Zamora, Huesca, Almería, Burgos, Alavés, Mérida y Cartagena. En total, 23. "Solo entrené unos partidos en Primera en el Logroñés [tres], pero no fue una experiencia demasiado buena. Algo me engañaron", reconoce. "Fabri es como si fuera mi padre", dice el interior izquierdo Dani Benítez, uno de los mejores jugadores del Granada en esta campaña. "Es un hombre de carácter, noble y muy buena persona", añade el centrocampista Miguel Rico.

Ha sido clave el apoyo económico y deportivo del Udinese, que cedió a 12 jugadores

Fabri cuenta a sus íntimos que hace dos años hizo el Camino de Santiago y que esa experiencia le cambió la vida. Se prometió que, si conseguía el ascenso, lo volvería a intentar. Así lo hará desde la localidad francesa de Saint Jean Pied de Port.

"Nos ha llevado a Primera y se merece la continuidad", aclara el presidente Pina, el otro gran artífice del ascenso del Granada. Exfutbolista, agente y empresario, Pina ha logrado que su proyecto culmine con éxito después de una aventura en el Ciudad de Murcia en la que rozó la máxima categoría. En el verano de 2009, Pina recibió una llamada de Granada en la que se le solicitaba que asumiera la gestión del club, endeudado y en el pozo de la Segunda B. "Elegí al Granada porque me lo ofrecieron. Siempre entendí que la ciudad reunía las condiciones para lograr el éxito", explica Pina, quien resalta, al mismo tiempo, la importancia del Udinese en la gestión del club.

"Yo trabajaba para el Udinese y, una vez que se me planteó la opción de dirigir al Granada, me dirigí a los dueños del club [Gino Pozzo]. Ellos han respaldado nuestro proyecto con una inversión económica y, sobre todo, con jugadores", aclara Pina.

En efecto, 12 futbolistas de la primera plantilla están cedidos por el Udinese (Nyom, Orellana, Siqueira, Ighalo, Mensah, Muriel, Mainz, Rubén, Óscar Pérez, Carlos Calvo, Dani Benítez y Álex Geijo), club que maneja una amplia lista de jugadores en propiedad. Con el respaldo económico de los italianos y sus futbolistas, en el Granada se cobra al día, aunque el club entrará en Ley Concursal debido a una deuda de unos siete millones, y se ha logrado un ascenso histórico para que las nuevas generaciones adoren a jugadores más allá de los inmortales Fernández, Castillo, Lasa, Porta, Barrios, Fontela y Vicente.