Castellano pide dos meses para captar fondos que entren en NCG Banco
El consejo de la caja lo nombra presidente con plenos poderes ejecutivos
José María Castellano (A Coruña, 1947), fue respaldado ayer por 18 votos (con uno en contra y una abstención) como nuevo presidente con plenos poderes en el banco de Novacaixagalicia. Los partidarios de hacerle firmar un compromiso explícito que concretase su inversión (o la de los fondos que apadrina) fracasaron, pero aún así apoyaron su nombramiento en una sesión que no duró ni dos horas. Él ha solicitado dos meses para que su proyecto tome forma.
Julio Fernández Gayoso y Mauro Varela, actuales copresidentes de la caja, lo acompañarán en el viaje hacia la privatización de la entidad como consejeros dominicales y Roberto Tojeiro (Gadisa) y Carlos González (expresidente de Deloitte), como independientes. Los mandatos tendrán una duración de seis años renovables sin límites (excepto para los independientes, que solo podrán permanecer en el consejo 12 años). Ni José Luis Pego ni Javier García de Paredes, director y director adjunto respectivamente, entraron finalmente en el órgano que llevará las riendas del banco, aunque, a menos que el nuevo equipo decida lo contrario, seguirán gestionando la entidad.
"Va a conseguirlo por la cantidad de relaciones que tiene", dijo Gayoso
Roberto Tojeiro (Gadisa) y Carlos González (Deloitte), son ya consejeros
El cambio de rumbo se produce después de una negociación a tres bandas instada desde la Xunta, que vio a Castellano como un valor seguro para liderar la privatización de la caja. El Banco de España aplaudió de inmediato la propuesta porque aligerará considerablemente la aportación de fondos públicos. Pese a todo, como reconoció ayer el propio Gayoso, esa inyección no bajará de 1.100 millones. Según el copresidente de la caja, de Castellano se espera que reúna "entre 400 y 500 millones" de capital privado. Con la gestión de Castellano se da por hecho que NCG Banco elevará su capital principal, ahora de 1.770 millones, al 10% necesario para sortear el examen de solvencia que el Gobierno hará a las entidades financieras españolas en el mes de septiembre.
El banco tendrá un activo de 68.338 millones, el mismo que gestiona ahora la caja. Ésta pasará a dedicarse en exclusiva a la obra social, con un patrimonio valorado en 344 millones de euros. La constitución definitiva de NCG Banco tendrá que aprobarse en la asamblea extraordinaria que la caja ha convocado para el 21 de julio. La sede social se mantendrá en A Coruña y la operativa, en Vigo. "El objetivo es crear un gran banco", señaló ayer Gayoso, que insistió en que el nuevo presidente va "a conseguir cumplir el objetivo", de captar inversores por "la cantidad de relaciones que tiene y la imagen tan fabulosa de gestión de éxito acreditada en Galicia, en España y en el resto del mundo".
Todo lo contrario expresó el consejero designado por el BNG desde el Ayuntamiento de Pontevedra, Xosé Luis Veiga, el único que votó en contra. "La caja tal y como la conocemos se acaba de terminar", lamentó, "y crea un banco que no es capaz de liderar [tiene cuatro representantes de los 15 que formarán el consejo] y no va a tener recursos suficientes para tener la mayoría cuando se retire el FROB". Añadió que carece de sentido mantener los órganos de gobierno surgidos de la pasada integración, por lo que habría que "empezar de cero". "Hay un antes y un después de este día", reflexionó otro consejero, el presidente de la Cámara de Vigo José García Costas, que hizo una "valoración positiva", de los acuerdos.
Castellano quiere sacar adelante Novacaixagalicia Banco con "un proyecto profesional y un equipo profesional", que allane el difícil camino de su salida a Bolsa. Como currículo, presenta una trayectoria empresarial más que notable. Arquitecto de la estructura de Inditex, dio la cara ante los inversores internacionales en el road show (gira para exponer el proyecto ante inversionistas) previo a la salida al mercado de la multinacional dueña de Zara, en 2000. Las buenas relaciones que forjó con bancos de inversión le han servido para capear con soltura crisis como la que se encontró cuando llegó a ONO, compañía que preside.
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