El negocio farmacéutico toma el liderazgo en las ventas de Zeltia

Hasta el año pasado Zeltia era un grupo famoso por sus medicamentos que basaba el grueso del negocio en la venta de barnices, pinturas e insecticidas (ZZ Paff, Casa Jardín). Su cotización en Bolsa fue siempre una especie de montaña rusa alimentada por las noticias sobre avances (o fiascos) en congresos médicos o ante agencias responsables de autorizar sus medicamentos. La decidida apuesta de su presidente, José María Fernández Sousa-Faro, por catalogar 100.000 muestras marinas de especies diferentes y utilizarlas para desarrollar productos farmacéuticos se entendió durante muchos años como un negocio demasiado complicado para una firma relativamente pequeña y desconocida en el mundo de las multinacionales.

Los resultados que presentó ayer en Vigo empiezan a darle la vuelta a la tortilla. Por primera vez desde su fundación, en 1940, Zeltia ha ingresado más con el sector biofarmacéutico (79 millones) que con la química de gran consumo (73). Tiene en el mercado un solo fármaco, el Yondelis, que inicialmente se autorizó para un tipo raro de cáncer -el sarcoma de tejido blando, que afecta a 9.000 personas en Europa cada año- pero que, según la compañía, ha demostrado efectividad para el tratamiento de cáncer de ovario y para pacientes con leucemia linfática aguda. El tratamiento, que cuesta unos 3.000 euros en Europa, les proporcionó unos ingresos de 72 millones, un 70% superiores a los de 2009. Comercializado en 63 países, no ha sido autorizado en Estados Unidos, aunque Fernández Sousa avanzó ayer que es cuestión de tiempo.

Tiempo es lo que también necesita otro de sus compuestos estrella, por ahora bautizado con el nombre de PM01183 e indicado para pacientes con cáncer de páncreas metastático que, según Zeltia, ha obtenido "excelentes resultados" en los ensayos realizados hasta la fecha. Con una inversión en investigación de 55,6 millones de euros, la filial Pharma Mar desarrolla otros compuestos para el tratamiento de cáncer de vejiga, mieloma múltiple, tumores gastro-esofágicos o pediátricos. Ni se les pasa por la cabeza abandonar la investigación marina. Un grupo de buceadores sigue seleccionando compuestos a profundidades cada vez mayores (hasta 100 metros) que después sintetizan en el laboratorio. Noscira, una filial dedicada a tratar enfermedades del sistema nervioso central, experimenta en fase II (de las cuatro necesarias para salir al mercado) un fármaco contra el alzhéimer y Sylentis avanza en un preparado contra el síndrome de ojo seco y glaucoma.

Zeltia todavía no ha salido de números rojos, pero el resultado de explotación, con unas pérdidas de 3,9 millones, mejora un 74% gracias a la división de biofarmacia. En Xylazel, la empresa de barnices y pinturas, las ventas brutas crecieron un 1%. "La estrategia va encaminada a que sufra menos el estancamiento de la construcción", asegura Zeltia. En los últimos tiempos están diseñando más productos con base de agua para consumir menos materias primas del petróleo. Zelnova y su filial italiana Copyr vendieron un 3% más. El grupo tiene casi 700 empleados.