El PP da un cargo en Sada al exalcalde Rodríguez Ares

El PP compensó con una tenencia de alcaldía al veterano Ramón Rodríguez Ares por permitirle hacerse con el bastón de mando en Sada, pese a haber sido solo la tercera fuerza en votos y ediles en las elecciones municipales del 22 de mayo. Rodríguez Ares, que fue durante 28 años regidor de la localidad, incluso se plantea volver a las filas del PP, de las que fue expulsado en 2004 por una moción de censura con apoyo de un tránsfuga. "Somos de la misma familia, somos los mismos, es lo natural", afirmó ayer, aunque esperará un tiempo para reincorporarse a su antiguo partido con los otros cuatro ediles de su candidatura, Sada Popular.

Tras los comicios que ganó el BNG, que estuvo al frente del Ayuntamiento de Sada durante los últimos cuatro años, el PP había asegurado reiteradamente que no facilitaría nunca que Rodríguez Ares, de 71 años, volviese al gobierno municipal. Pero el nuevo alcalde, Ernesto Anido, en agradecimiento por haber logrado el apoyo del veterano político, negocia finalmente constituir un bipartito con los independientes por haber cerrado el paso a un segundo mandato nacionalista.

Promotor inmobiliario

No obstante, Anido, un promotor inmobiliario que se estrenó en estas elecciones en la política como candidato del PP, no dejará en manos de Rodríguez Ares y sus compañeros el área de Urbanismo, en la que se acumulan los problemas por la cuestionada gestión del exalcalde en este terreno. Los tribunales anularon numerosos permisos concedidos por Rodríguez Ares para construir urbanizaciones en ámbitos rurales de Sada, y la Xunta mantiene suspendida la ordenación urbanística en este municipio por la misma razón.

Rodríguez Ares, conocido defensor de Franco y su familia, que tiene en esta localidad coruñesa su propiedad más emblemática, el Pazo de Meirás, se dedicará "a atender cosas más suaves" que las urbanísticas desde su nuevo despacho de teniente de alcalde. No volverá, aseguró ayer, a colgar el retrato del dictador que retiró su predecesor en la alcaldía. Pero sí desea que Sada, tras cuatro años de mandato del BNG, "recupere usos, costumbres y tradiciones". Citó como ejemplos las procesiones religiosas en los festejos de la localidad y "el escudo de España del Ayuntamiento", que los nacionalistas "taparon con un reloj horroroso".