La enseñanza pública protesta por la "devaluación de la educación"

El curso acaba como lo han hecho los dos anteriores: con una manifestación contra la "devaluación de la educación valenciana". Padres, alumnos, sindicatos, directores y diferentes entidades culturales "plantarán cara" el próximo sábado a "la política de ocurrencias" del consejero de Educación en funciones, Alejandro Font de Mora, que antes de dejar este departamento anunció un modelo plurilingüe que suprime la enseñanza en valenciano establecida en la vigente Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià (LUEV), por la vía del decreto, sin pasar por el Parlamento autónomo.

"Con el anuncio del inicio de su falso plan de plurilingüismo -un plan que supone un ataque al gran consenso que supuso el diseño de las líneas en valenciano- nos quieren engañar con una enseñanza en inglés, sino con la formación del profesorado necesaria", sostuvo ayer en rueda de prensa María José Navarro, la presidenta de la Confederación Gonzalo Anaya, integrante de la Plataforma per l'Ensenyament Públic, entidad que convoca la manifestación del sábado en la plaza de San Agustín de Valencia.

"El plan es un ataque a las líneas en valenciano", según Navarro

La "constancia" de que la Consejería de Educación ha dado órdenes a la inspección educativa para fusionar los grupos de enseñanza en castellano y valenciano en los centros mixtos, lo que incrementará el número de alumnos por clase a más de 30 y conllevará la desaparición de profesorado de compensatoria y de apoyo, "afectará directamente a la calidad de la enseñanza", apuntó Navarro.

El sector educativo de la enseñanza pública está representado al máximo en esta plataforma integrada por los tres grandes sindicatos -STEPV, CC OO, UGT-, las asociaciones de directores y de alumnos, además de una decena de entidades cívicas y culturales como Escola Valenciana, Acció Cultural del País Valencià y la Confederación de Asociaciones de Vecinos y Consumidores de la Comunidad Valenciana.

Todas ellas, además de mostrar su oposición a la supresión de las líneas en valenciano, se han posicionado en contra de la cesión de suelo escolar municipal para que empresas privadas de enseñanza o fondos de inversión construyan y gestionen durante 75 años colegios concertados en barrios en expansión como Campanar, donde la falta de plazas escolares públicas es acuciante desde hace un quinquenio.

"Todos rechazamos la cesión de suelo público a empresas privadas", añadió Navarro. "Queremos que el alumnado valenciano estudie en condiciones dignas, con instalaciones públicas adecuadas y con el profesorado necesario, que evite el aumento de ratio".

En la misma dirección, Vicent Moreno, presidente de la entidad Escola Valenciana, que representa a los 230.00 usuarios de las líneas en valenciano- insistió en que "la retirada del decreto es posible" y advirtió al nuevo consejero que tomará posesión de la cartera de Educación en breve: "Insistir en aprobarlo es entrar en un túnel sin salida".

Moreno reiteró que la pretensión del Gobierno de Francisco Camps de eliminar la enseñanza en la lengua minoritaria con la excusa de introducir el inglés, con el mismo tiempo lectivo que el valenciano y el castellano es, simplemente, "un engaño a las familias".

"Nosotros decimos sí al valenciano", espetó Moreno, en respuesta a las descalificaciones de la portavoz del Consell, Paula Sánchez de León, que el viernes pasado tildó las protestas continuadas de los últimos dos cursos de "actos callejeros". Moreno aprovechó para invitarla a "abandonar la comodidad de su sillón y bajar a la calle a escuchar qué dicen los padres y madres, los docentes y la gente de su decreto".

En este contexto de "recortes", las 55 escuelas de música autorizadas se reunieron ayer con el director en funciones de Educación, Rafael Carbonell, para reclamar el impago de 1,1 millones prometidos y pedir que no se aplique el recorte presupuestario del 54% de los últimos dos cursos.