Horacio Gómez no se responsabiliza de la insolvencia del Celta

El expresidente del Celta Horacio Gómez rechazó ayer ante el tribunal que le juzga todas las acusaciones que le hacen responsable de la situación económica que desencadenó la quiebra del club en 2008. Gómez negó cualquier responsabilidad en la gestión financiera que abocó al club celeste a la vía concursal.

Durante su declaración en el juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra, el empresario respondió a las preguntas del fiscal negando haber incurrido en supuestas prácticas delictivas con el fin de aparentar una situación económica saneada y ocultar en las actas el estado ruinoso de las cuentas del club entre 2003 hasta 2006, cuando Gómez abandonó la dirección.

El exdirectivo afirmó que el Celta no tenía una economía preocupante ni tampoco tuvo una situación financiera tan delicada que le llevara a plantearse la necesidad de recurrir a la vía concursal: "Teníamos grandes jugadores que generaban importantes plusvalías, y esto nos permitía estar en la élite del fútbol".

El fiscal acusa a la antigua directiva de provocar una deuda de 70 millones

Gómez incluso llegó a invocar "el celtismo por encima de todo" para reiterar que conscientemente nunca tomó ninguna decisión financiera en contra del club. "No se hizo nada que no hicieran la mayoría de los clubes". Afirmó que todas las decisiones del consejo de administración que se tomaron durante su mandato quedaron reflejadas en las actas y negó cualquier manipulación de los libros contables para maquillar la bancarrota del club.

El segundo en declarar fue el antiguo director general de la entidad, Alfredo Rodríguez, que coincidió con Gómez al desmarcarse de cualquier responsabilidad en la gestión económica del club. Refiriéndose también a las actas y las buenas prácticas contables y jurídicas, ninguno supo explicar cómo se había extraviado el libro de actas.

En cuanto a la demanda de interpuso la Agencia Tributaria contra el Celta por deudas insatisfechas, ambos exdirectivos afirmaron que actuaron de buena fe y "pensando que iban a ganar el pleito" por eso no llegaron a depositar los casi 18 millones de euros exigibles en previsión de riesgo. "Eso supondría la desaparición del club", aseguró Alfredo Rodríguez.

En la misma línea declaró también el tercer implicado, el auditor José María Patiño, quien subrayó que nunca apreció ocultación de datos ni irregularidades contables, y no vio riesgo de insolvencia del Celta hasta el cese de Horacio Gómez.

El auditor apuntó en su defensa que no era dirigente del Celta, no era su contable y no era el responsable de las cuentas. "Mi función se limitaba a emitir un informe-opinión sobre las cuentas del club", dijo Patiño.

Está previsto que el juicio prosiga hasta el jueves, cuando quedará visto para sentencia tras los informes definitivos del fiscal y las defensas frente a un caso que puede sentar precedente en el fútbol español. Este es el tercer intento por juzgar a los exdirectivos del club después de que quedara suspendido en dos ocasiones.

En la jornada de hoy comparecerán, entre otros, varios peritos para continuar el miércoles con los testigos. La defensa de Alfredo Rodríguez ha citado a Carlos del Campo, el secretario general de la Liga de Fútbol Profesional, organismo que aportó un informe sobre mecanismos de control económico suscrito por 42 clubes, entre ellos, el Celta. María José Hervón, la actual directora financiera del club es uno de los testigos citados.

En este juicio se debe determinar si Horacio Gómez; el entonces director general, Alfredo Rodríguez, y el auditor José Manuel Patiño son o no culpables de la entrada en concurso del club. El fiscal de Delitos Económicos, Augusto Santaló les acusa de provocar una deuda de más de 70 millones de euros que lograron reducir a 20 los administradores concursales cuando se declaró la suspensión de pagos. Pero las defensas pretenden plantear como principal argumento las causas de la disolución que dejarían fuera de responsabilidad a los acusados.

Así, por ejemplo trataran de desmontar la tesis de la acusación con el argumento de que el Celta perdió más de 40 millones de euros en los tres primeros años de Carlos Mouriño en la presidencia, lo cual, dicen, fue determinante para el descenso a Segunda División y abocó a acogerse al concurso de acreedores.

Además, los abogados pretenderán demostrar que otra de las causas de insolvencia fue la inclusión de las actas de Hacienda en el balance de pérdidas cuyo pago aún está pendiente.