El candidato impaciente

Jesús Gómez, el candidato del PP que seguramente saldrá elegido mañana alcalde de Leganés, visitó ayer por sorpresa las dependencias municipales. Gómez echó un vistazo al que va a ser su despacho a partir de la próxima semana. Le acompañaba su secretaria, Kadja Krieg, que tenía interés en conocer el lugar para hacerse una idea de cómo organizar los espacios. El paseillo, que se hizo a la hora del almuerzo para que las oficinas estuviesen poco concurridas, ha molestado al alcalde saliente, el socialista Rafael Gómez Montoya.

"Es una falta de respeto lo que ha hecho el Gómez. Presentarse así sin avisar es un acto de soberbia. Me cuentan que entró en mi despacho más de un metro. Eso no son maneras: es chulería. Si me llega a llamar le hubiese organizado cortésmente una visita", cuenta Montoya. Gómez asegura por su parte que no se trata de ninguna provocación, sino que tan solo quería ir adelantando trabajo. "La secretaría tenía interés en saber con cuántos espacios cuenta para distribuir las áreas", añade. A diferencia de lo que le contaron a Montoya, él dice que no llegó a entrar en el despacho. "Me quedé en el umbral".

No es el único punto de fricción que ha enfrentado esta semana al alcalde entrante con el saliente. Cada uno tiene una visión distinta del protocolo que debía imperar en la sesión de investidura.