Castellano necesita el apoyo de 10 de los 15 consejeros para ser presidente
La plantilla de la caja tendrá en la nueva entidad los mismos derechos
El amplio consenso que ha suscitado la figura del empresario José María Castellano, que quiere tomar el mando del banco de Novacaixagalicia, tiene que traducirse en, al menos, 10 votos de los 15 miembros que formarán el nuevo consejo de la entidad. Fuentes financieras creen que la mayoría cualificada que será necesaria para lograr la presidencia de NCG Banco rondará ese 66% de los apoyos.
La operación, que cuenta con el visto bueno del Banco de España, se completará cuando se conozca la valoración de la caja. "Esa es la clave, porque si ahora un inversor quiere poner sobre la mesa 100 millones ¿qué porcentaje le decimos que representa del banco? No lo sabemos". La reflexión, de un dirigente de la caja, evidencia hasta qué punto será decisiva la intervención del regulador, o del precio que marque el mercado, para establecer el baremo.
Feijóo: "Todo lo que sea invertir en Galicia contará con nuestro respaldo"
Las aportaciones que encabeza Castellano no se han concretado, aunque estaránmuy por debajo de los 600 millones de los que se ha hablado y son bienvenidas en la caja y en la Xunta. "Todo lo que sea creer e invertir en Galicia contará con el apoyo de este Gobierno", aseguró ayer el presidente Feijóo, que, sin embargo, eludió pronunciarse sobre la entrada de Castellano. "Vamos a esperar a ver el proyecto para no hablar de hipótesis", se limitó a contestar. .
Después de dos aplazamientos, el órgano de decisión de NCG se reunirá la semana próxima para concretar el traspaso de poderes. Si, como parece, Julio Fernández Gayoso y Mauro Varela quieren dos de los cuatro puestos que corresponden a NCG en la cúpula del banco, las normas de gobierno del mismo tendrán que marcar y justificar que los límites de edad de los vocales se sitúen por encima de los 78 años. Otra de las limitaciones para que los nuevos administradores del banco procedan de NCG está en la ley gallega. Ésta prohíbe a los miembros del consejo de una caja ocupar cargos en empresas donde ésta tenga más de un 20%. Pero los actuales gestores también creen superado este obstáculo porque la segregación de activos y pasivos de la caja al banco se entendería como una subrogación, no como la creación de una filial. UGT, que ha denunciado en los juzgados la larga permanencia en el poder de cargos como el del presidente Gayoso, niega que los actuales dirigentes puedan perpetuarse en el banco y avisa que denunciará cualquier irregularidad.
En el plano laboral se van despejando interrogantes. La caja garantizó ayer el mantenimiento de las actuales condiciones laborales de la plantilla en el banco, lo que podría desactivar las protestas programadas. También ayer, la agencia de calificación Moodys mantuvo la nota de NCG por encima del bono basura.
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