Un ídolo flamenco en Japón

Rafael Romero El Gallina no fue un cantaor de masas, pero los especialistas lo consideran un precursor a la hora de proyectar el flamenco fuera de las fronteras españolas. Tanto es así que, por ejemplo, se le considera uno de los primeros ídolos flamencos en Japón. Ahora, poco después de conmemorarse el centenario de su nacimiento, su pueblo natal, Andújar (Jaén), le homenajea hoy con un festival benéfico que destinará la recaudación a los afectados del terremoto de Japón.

"El Gallina fue el primer cantaor flamenco que llegó a Japón como solista y que cautivó al público", explica Antonio Gómez, presidente de la peña Los Romeros de Andújar, hermanada desde 1992 con la peña de Tokio. El Gallina fue también el primero en difundir cantes hasta entonces restringidos a determinados sectores, como alboreá, cante de la madrugá y viejas tonás perdidas.

El cantaor iliturgitano, del que ahora se cumplen dos décadas de su muerte, proyectó el flamenco por medio mundo a mediados del siglo pasado, participó en la primera antología del cante editada en París en 1954 y llevó su arte a otros lugares ajenos al flamenco, como escenarios de Nueva York y Buenos Aires o la Scala de Milán.

Buena parte de la trayectoria de este cantaor se recoge en el espectáculo Cien años de Rafael Romero El Gallina, que hoy se representa en el Teatro Principal de Andújar después de haberse estrenado el pasado octubre en Málaga. En el montaje, el cantaor Andrés Lozano, que ha trabajado junto a Tomatito, irá desgranando algunos de sus cantes más significativos como la alboreá, la caña o el mirabrás. Por su parte, el guitarrista Francisco Javier Jimeno hará las veces de Perico el del Lunar -acompañante habitual de El Gallina- y se encargará también de la puesta en escena. En el montaje participan también las cantaoras Ana Fargas y Nuria Martín, así como el percusionista Chico Fargas. El escenario simulará una terminal de aeropuerto y una proyección audiovisual irá situando cada uno de los escenarios mundiales donde sentó cátedra este iliturgitano universal, apunta Francisco José Mármol, director teatral.

En la gala benéfica se premiará a la bailaora y coreógrafa Cristina Hoyos, quien en los últimos años ha dirigido el Ballet Flamenco de Andalucía. Como El Gallina, la bailaora sevillana cobró relevancia en los años dorados del Madrid de los tablaos y, junto a Antonio Gades, fue el alma de la renovación y la vanguardia de este arte durante muchos años. El director de cine Carlos Saura unió involuntariamente las biografías de El Gallina y de Cristina Hoyos, a los que llevó a sus películas en varias ocasiones y rindió veneración especial.

El homenaje de esta noche, que promueven varias entidades, culmina una serie de actos que tuvieron su epicentro en el congreso celebrado en octubre en la Universidad de Jaén con la asistencia, entre otros, de los cantaores Carmen Linares y Arcángel. Y es que, como dijo la directora de la Agencia Andaluza del Flamenco, María de los Ángeles Carrasco: "El Gallina rescató formas en desuso y ejerció una gran influencia en cantaores de la talla de Enrique Morente".