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Reportaje:

Un tetris gallego en el Pompidou

La pieza de dos artistas coruñeses se expone en la sucursal del centro en Metz

A mediados de los ochenta, el tetris se convirtió en uno de los videojuegos más célebres de la historia. El puzle de piezas de colores inventado por Alexey Pazhitnov, un trabajador de la Academia de Ciencias de Moscú, causó furor en todo el mundo y casi desata un conflicto diplomático -propio de la época- entre Moscú y EE UU sobre la propiedad de la patente. Todo acabó con el inventor del tetris rindiéndose a los encantos del capitalismo y emigrando a Estados Unidos, donde montó su propia empresa.

El tetris, que deriva del prefijo tetra (cuatro) y hace referencia a la cantidad de cuadros que configuran las piezas, fue un icono de la era digital, y uno de los puntos de partida en la frenética carrera de los videojuegos. Casi tres décadas después, dos artistas coruñeses, Belén Montero y Juan Lesta, han reconvertido el juego y lo han "analogizado", según su propio concepto, haciéndolo tangible físicamente y favoreciendo que se pueda jugar a él con las manos.

300.000 descargas en la Red llamaron la atención de los franceses
La pieza será visitada por unos 4.000 alumnos de institutos

A priori puede parecer una vuelta a un juego desde una mirada primaria, pero detrás han trazado una reflexión sobre un concepto artístico: lo que llaman "analogización" de los formatos digitales. "Se trata de hacer una reflexión sobre lo efímero de lo digital. Los programas cambian muy rápido, no hay forma de recuperarlos, y pretendemos hacer copias o réplicas físicas en el mundo real", explica Montero sobre las bases de su trabajo. Con estas premisas, estos artistas elaboraron su tetris gigante analógico, como arrancado de las mismas tripas de un videojuego. Todo nació en Galicia en el año 2006, desarrollado dentro de lo que se denominó Proxecto Edición, un proceso para fomentar la producción artística impulsado conjuntamente por CGAC, Marco y Fundación Luis Seoane. A partir de aquí, su recorrido ha sido sorprendente.

"Primero lo hicimos en A Coruña. Grabamos un vídeo con el funcionamiento que se movió por festivales de performance y arte digital, con un éxito enorme: las descargas se multiplicaron en Internet hasta llegar a rondar las 300.000", cuenta Juan Lesta sobre la historia de la pieza. Fue precisamente este vídeo el que reclamó la atención de los responsables del Centro Pompidou de Metz, "en un claro ejemplo de la visibilidad que se puede alcanzar en Internet", añade Lesta. En esta ciudad del noroeste de Francia, capital de Lorena, se ubica la única sucursal abierta del Pompidou central en París, y allí lleva instalado el tetris gallego desde el 14 de febrero. Estará hasta finales de este mes, cuando será recogido por sus autores.

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Se calcula que en este tiempo visitarán la obra unas 4.000 personas, la mayoría de ellos adolescentes. "Tienen una unidad didáctica con los chavales. Pasan por allí, juegan, les explican el proyecto, lo que pretendemos con la analogización, y hablan sobre el origen de los videojuegos, porque los más jóvenes no tienen nociones de cómo fue naciendo todo", explica el artista coruñés desde Barcelona, donde reside desde hace ocho años. Allí ha instalado su centro de operaciones con su compañera Belén Montero, y con su productora Esferobite desarrolla sus proyectos en el ámbito de la publicidad o los videoclips.

Con su marca SDK han realizado videoclips también para grupos como Fangoria o Astrud, pero sus ideas nunca se desvían de las áreas más experimentales, de donde nacen sus trabajos en el campo de la "analogización", entre otros. En esta línea han desarrollado ideas como un fondo de escritorio de ordenador reproducido en punto de cruz, o convertir la barra de herramientas de Photoshop en una estantería con la reproducción física de los objetos, que van de bolígrafos a pinceles. "Tratamos de poner orden y reflexión haciendo estos experimentos entre lo digital y lo analógico, y explorar este concepto con un punto lúdico", explica Belén Montero.

Así han llegado hasta la idea de este tetris que cautivó a los responsables del Pompidou de Metz. Pero ahora toca desmontarlo y enfrentarse al futuro de la pieza. "Nos han llamado de un montón de sitios, de partys digitales o festivales de videojuegos desde muchos sitios de Francia o desde Suecia, pero estamos estudiando posibilidades porque para montarlo un solo día no vale la pena", explica el creador de la pieza, que recalca los problemas de desplazamiento que conlleva: "Son 17 cajas que hay que montar y desmontar, con todo lo que eso supone".

A pesar de las ofertas, los autores tienen claro que lo que les gustaría es "hacerlo visible en Galicia, y se está estudiando la viabilidad económica". Nunca habría pensado Alekesey Pazhitnov que, con tanto trabajo como le costó llegar a la era digital elaborando su tetris, habría un momento en el que se daría el proceso inverso, el de la "analogización". "En realidad, consiste en darle la vuelta a lo que él creó", bromea Lesta.

Belén Montero y Juan Lesta posan en una de las salas del Centro Pompidou de Metz (Francia), donde se exhibe su tetris gigante.
Belén Montero y Juan Lesta posan en una de las salas del Centro Pompidou de Metz (Francia), donde se exhibe su tetris gigante.ESFEROBITE

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