Gestión sostenible en píldoras
Gary Hamel insta a la empresa a llevar la innovación a cada puesto de trabajo
Tan sanos como los pepinos españoles son sus tomates y lechugas. Ahí es precisamente donde reside la clave de su éxito: una oferta de producto fresco y fácil en sus más de 5.000 tiendas minoristas ha convertido a Tesco en la primera cadena de supermercados de Reino Unido. Su innovadora estrategia de clientes, junto a su política verde, son para Terry Leahy, consejero delegado de la compañía, los pilares de unos buenos resultados que se traducen en casi 500.000 empleados y un aumento de sus ventas del 8,1% en 2010.
"Cambiar es imprescindible en toda empresa, y hacerlo por escrito es asegurar el éxito del proceso. Realizar un exhaustivo seguimiento del cliente lleva a prever su comportamiento. Nosotros sabemos, por ejemplo, que cuando hay un nuevo bebé en una familia inglesa, automáticamente se dispara su compra de alcohol. Curioso, ¿no? Son importantes también los factores impulsores del crecimiento, como generar confianza al cliente, premiar su fidelidad, facilitarle la compra potenciando el comercio electrónico e intentar llegar a la compra vía teléfono móvil de forma sencilla y, por supuesto, ser sostenibles tanto a nivel de envasado y retractilado como de tiendas, donde hemos reducido casi a la mitad el uso de la energía", expuso Leahy en el congreso Expomanagement 2011, organizado por HSM.
"Cambiar, y hacerlo por escrito, es imprescindible", dice el líder de Tesco
Un encuentro en el que innovación, sostenibilidad y redes sociales como factor de rentabilidad en la empresa y la biotecnología como nuevo tejido para formar malla empresarial han sido los grandes protagonistas. Son tendencias al alza que confirma el último informe de Edelman realizado sobre 7.000 consumidores de 13 países, que pone de manifiesto que el cliente valora cada vez más la implicación de la empresa en la causa social y sostenible y que las iniciativas por el cuidado del medio ambiente pueden dar un fuerte impulso económico a los países.
Para Tony Blair, estrella del evento, es necesario buscar respuestas globales ante la escasez de agua. El político animó a los directivos a iniciar un cambio en sus empresas ante un mundo interdependiente en el que los países emergentes han de ser vistos como mercados de oportunidades y no como competencia.
Gran parte de los directivos mundiales declaran que la sostenibilidad es un factor clave en el éxito de sus compañías. Y según el estudio sobre productividad elaborado por la firma de equipos de impresión Ricoh, el 32% de los líderes afirman que las prácticas sostenibles tienen un impacto positivo en la productividad. "El 80% de los gases emitidos por nuestros equipos provienen de la fase de uso que realiza el cliente, por lo que hemos diseñado el programa Green Office, que trata, entre otras cosas, de asesorarles sobre las reducciones en su consumo de papel y electricidad", explica Eduard Farga, director de marketing de la compañía. Iniciativas como esta pretenden paliar un consumo irresponsable de papel, situado en 60.000 billones de páginas anuales, de las que el 17% de las que se imprimen van a la basura directamente, agregó el representante de Ricoh.
Jesús de la Morena, socio de Garrigues, explica que "el 33% de la plantilla va a pie o en bicicleta al trabajo", y el profesor de la escuela de negocios London Business School Patrick Dixon sostiene que "los negocios ágiles e innovadores pueden hacer más que las regulaciones, las tasas o los incentivos gubernamentales para reducir la huella del carbono".
Gary Hamel, el gurú de la gestión más influyente del mundo, según The Wall Street Journal, alabó la industria agrícola española por su calidad, pero hizo una llamada de atención a su modelo de gestión. Se refirió a las empresas del futuro como aquellas que sepan fomentar la creatividad de contenido en cada puesto de trabajo, dando a sus trabajadores margen para innovar y un espacio de libertad y responsabilidad. "MorningStar, líderes globales en procesos agrícolas", dijo, "es un ejemplo de alta gestión sin jefes ni subordinados, en el que cada empleado busca la misión en su área de forma eficiente y responsable. El único contrato que existe es una carta de entendimiento con los otros empleados que fijan sus propias retribuciones en función del valor que han aportado a la empresa ese año. Es la democratización del liderazgo". -
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