"Necesitamos 2,17 billones de inversión"

Sergio Watanabe (São Paulo, 1946) preside SindusCon, la patronal de las constructoras de Brasil. Un sector inmerso en una actividad frenética, con un crecimiento de entre el 4% y el 5% anual y la previsión de construir 23 millones de viviendas hasta 2020. El enorme déficit de viviendas responde a varios factores: el crecimiento de una población muy joven, las migraciones campo ciudad y el intento del Gobierno de mejorar las condiciones de vida de los habitantes de las favelas, sin olvidar el impulso que supone para Río y las subsedes la organización de los Juegos Olímpicos. Watanabe visitó Barcelona con motivo del salón Construmat.

Pregunta. ¿Tiene Brasil capacidad para construir tanto?

Brasil construirá 23 millones de viviendas hasta el año 2020

"Las obras de los Juegos van muy atrasadas en las subsedes"

Respuesta. El primer gran desafío es en relación con la mano de obra. Para poder atender la demanda habrá que capacitar mano de obra, y las empresas constructoras, invertir en tecnología para aumentar su productividad y profesionalizarse. El segundo desafío son las infraestructuras; Brasil tiene una gran carencia y sin infraestructuras será complicado acabar los desarrollos previstos.

P. ¿Cómo se financia la promoción inmobiliaria en Brasil?

R. La financiación inmobiliaria en Brasil está basada en dos grandes fondos. Uno es el Fondo de Garantía del Tiempo de Servicio (FGTS), al que aportan trabajadores y empresarios para financiar la vivienda de los primeros. El otro gran fondo está basado en el ahorro de la población, la Caderneta de Poupança (libreta de ahorro). El 60% de este ahorro está destinado a la financiación de la vivienda para la población. Tenemos también un interés sobre fondos nacionales e internacionales que invierten en el sector.

P. Entonces, la industria depende mucho del mercado local.

P. Tanto la Caderneta de Poupança como el Fondo de Garantía dependen del crecimiento económico del país. Claro que las garantías de restituir lo que fue prestado de los dos grandes fondos dependen del banco o de la Caja Económica Federal, que administra el Fondo.

P. ¿Cuándo empezó el boom?

R. En el periodo 2005-2007, cuando el mercado financiero tenía mucho dinero, las constructoras locales salieron a Bolsa. Captaron 20 millones de reales (8,7 millones de euros) y el sector dio un salto. El boom inmobiliario fue mayor porque antes del año 2000 la construcción estuvo dos décadas parada.

P. ¿La inflación también paró el sector?

R. Teníamos tasas del 1.000% o 2.000% de inflación, con lo que a mediados de los noventa hubo una hiperinflación que el Gobierno consiguió estabilizar, y sigue trabajando para reducir la tasa de interés. Con todo, todavía es muy alta en relación con los mercados emergentes.

P. ¿Es necesario entrar en Brasil con un socio local?

R. No es obligatorio, pero Brasil es muy grande y, por ser un país emergente, no tiene una jurisdicción consolidada, los procesos administrativos y legales no tienen la consistencia de Europa. Las grandes empresas tienen capacidad y suelen venir solas, lo hizo OHL Brasil. Pero para las medianas y pequeñas es recomendable buscar un partner. En cualquier caso, Brasil ofrece grandes tasas de retorno, las inversiones tienen una rentabilidad superior a la media del mercado mundial.

P. ¿Han cuantificado esta demanda de inversiones?

R. Sumado construcción e infraestructura, cinco billones de reales (2,17 billones de euros).

P. El déficit de la industria es tal que contemplan la entrada de inversores españoles, profesionales... ¿e incluso maquinaria parada debido a la crisis?

R. Es correcto. La invitación de Fira de Barcelona a Construmat ha sido interesante para conocer los productos españoles y europeos, pero también porque España acaba de pasar por lo que Brasil está viviendo y queremos aprovechar sus productos y conocimientos. Queremos firmar acuerdos con los colegios de arquitectos, aparejadores e ingenieros para que especialistas españoles puedan ir a Brasil.

P. Da la sensación de que en Brasil hay pastel para todo el mundo, parece difícil que se construya más de lo necesario.

R. Falta todavía tanto para llegar a cubrir las necesidades... En España, el mercado construyó segundas residencias; nosotros aún estamos construyendo primeras.

P. ¿Dónde se concentran?

R. El déficit habitacional se concentra en las grandes regiones metropolitanas: São Paulo, Río, Brasilia... Las migraciones del interior provocaron el fenómeno de las favelas, que comparten varias generaciones.

P. La falta de producto ha provocado que el valor de los pisos se disparara (un 50% en Río). ¿Seguirán subiendo?

R. Los precios han subido por el aumento de ofertas de financiación y por la falta de suelo. Su alto valor ha provocado que en las áreas más nobles el precio de los pisos se pueda equiparar al de cualquier otra metrópolis.

P. ¿Existen programas para reducir la brecha social?

R. Lula lanzó el programa Minha casa, minha vida para construir un millón de viviendas en 2010. Ahora ha lanzado una segunda parte para 2011. El 60% de estas viviendas están destinadas a familias con rentas bajas y reciben grandes ayudas. Pagan durante 10 años el 10% de sus ingresos, y si cumplen, se quedan con la vivienda en propiedad.

P. ¿Crece tanto el terciario?

R. Hay grandes inversiones en centros comerciales y oficinas. Respecto al turismo, se concentran en el litoral. Hubo inversiones españolas y de Portugal, pero estas sufrieron mucho con la crisis financiera mundial.

P. ¿Qué tal avanzan las obras de la Copa y los Juegos?

R. Van muy atrasadas, sobre todo en las subsedes; no se planearon debidamente. Acabarán dentro de plazo, pero ¿a qué precio? Habrá un enorme sobrecoste.

P. ¿Exportarán Construmat a Brasil?

R. Sería importante tanto para SindusCon como para Construmat. Para nosotros supondría la promoción de la construcción, y para Construmat, visibilidad. Lo estamos evaluando.