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Córdoba se vuelca en mostrar su ilusión por ser capital cultural

El presidente del jurado elogia la ambición del proyecto andaluz

Córdoba tiene una ilusión desde hace una década. Convertirse en Capital Europea de la Cultura, reconocimiento que otorga el Consejo y el Parlamento Europeo. Los miembros del jurado que elegirán a una de las seis ciudades españoles candidatas a ser Capital Europea de la Cultura en 2016 visitaron ayer esta ciudad, la primera española que anunció, hace una década, que presentaba su candidatura y desde entonces el trabajo ha sido intenso. Por eso, la visita era tan importante.

La comitiva, encabezada por su presidente, Manfred Gaulhofer, llegó a la estación de Córdoba hacia las 10 de la mañana y fueron recibidos por voluntarios de la capitalidad. Los voluntarios son vecinos de Córdoba que se distinguen por vestir camisetas azules con el logotipo de la candidatura: una estrella inspirada en los nervios de la cúpula del Mirhab de la Mezquita. Córdoba se engalanó a fondo. Los trabajadores de Sadeco, la empresa municipal de limpieza, se esmeraron en las calles. Y de las fachadas de las casas y de las farolas colgaron banderolas azules.

"Ha sido algo sobrecogedor", dijo Gaulhofer tras escuchar a El Pele
El presidente del jurado de la capitalidad europea se arranca a bailar

El jurado se prestó desde el primer momento ha hablar y a dialogar con todos. Ante la prensa, Gaulhofer insistió en esta idea. "Nosotros venimos aquí a escuchar y a hablar". El presidente elogió la ambición del proyecto cordobés y la inversión realizada. Y poco más dijo. Primero, porque su papel le obliga a mantener cara de póquer y una clara equidistancia. Y después, porque su intervención se produjo al principio de su recorrido, tras conocer las obras del Centro de Creación Contemporánea de Córdoba (C4).

Allí, los responsables europeos hablaron con artistas plásticos y representantes de consultoras culturales, encargados de dar las primeras claves de lo importante que es el proyecto para Córdoba. "El diálogo ha sido continuo", explica un testigo, quien destacó cómo se expresó al jurado "la necesidad que tiene Córdoba de dar el salto a la contemporaneidad y cómo la capitalidad es el impulso definitivo que le falta a la ciudad".

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Tras el C4, el jurado paseó por la reformada ribera del Guadalquivir, la torre de la Calahorra y el Puente Romano, ya restaurados. Y cruzaron la Puerta de Felipe II, reabierta en Semana Santa. Justo a su lado, accedieron al flamante Centro de Recepción de Visitantes, recién acabado. En este nuevo edificio, obra del arquitecto del Equipo 57 Juan Cuenca, se proyectó una película en 3D titulada Córdoba, vida y genio, en la que participan varios de los principales artistas locales, como el guitarrista Vicente Amigo o el cantaor El Pele. Este último, invitado al acto, terminó arrancándose a cantar delante del jurado. "Ha sido algo sobrecogedor", reconoció el presidente de la comitiva.

La comitiva, acompañada siempre del alcalde en funciones, Andrés Ocaña, se dirigió a la Mezquita, donde los dos arquitectos restauradores, Gabriel Rebollo y Gabriel Ruiz ejercieron de cicerones. El recorrido continuó por las Caballerizas Reales y el barrio de San Basilio. Allí, una vecina sacó a bailar a Gaulhofer al son de Soy cordobés, el himno oficioso de la ciudad. Gaulhofer lo aceptó, adaptándose el pasodoble con cierto estilo de vals. La visita prosiguió en un conocido restaurante y, tras visitar a varios colectivos sociales, terminó en Medina Azahara.

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