Interior aplaza sin fecha el Día de la Ertzaintza por el enfrentamiento con los sindicatos

El segundo Día de la Ertzaintza no se celebrará finalmente en la comisaría central de Erandio el próximo 19 como tenía previsto Interior. La consejería optó ayer por dar marcha atrás y aplazar el acto sin fecha hasta reconducir sus relaciones con la mayoría sindical, maltrechas por la ruptura de la negociación del nuevo convenio. En la decisión ha influido quizá la pretensión que las centrales Erne, Esan, Sipe y Euspel tenían de organizar como protesta una fiesta alternativa en las proximidades de la comisaría.

Interior argumentó en un comunicado oficial que el Día de la Ertzaintza se concibió el pasado año con el único propósito de "honrar la labor diaria" de los agentes y "fortalecer el orgullo de pertenencia a un colectivo que a lo largo de los años ha sufrido el acoso de los violentos". "Es un día de celebración, de reconocimiento, y no tendría ningún sentido que se convirtiera en un foco de conflicto", justificó el departamento.

Las centrales se muestran ajenas a un "sarao para el relumbrón de Ares"

El propio consejero, Rodolfo Ares, fue quien ideó la celebración como símbolo de la importancia que el Gobierno socialista pretendía dar a la Ertzaintza. La relación con la plantilla, sin embargo, se ha deteriorado notablemente en los últimos meses debido al desacuerdo con la mayoría sindical para renovar un convenio que suma ya cuatro años prorrogado. En marzo pasado, unos 2.500 agentes reflejaron su malestar en una manifestación en Bilbao. El departamento recalcó ayer que la Policía vasca dispone de sus propios foros en los que plantear las reivindicaciones laborales y que una celebración no resulta el marco más apropiado para hacerlo.

Los sindicatos, por su parte, desvincularon esta polémica de la bloqueada negociación del convenio y limitaron sus críticas a la celebración de un "sarao" que consideran ajeno y planificado en exclusiva "para el relumbrón de Ares".

Mediante una nota conjunta, Erne, Esan, Sipe y Euspel acusaron a la consejería de aprovechar la conflictividad reinante para eliminar "una fiesta que no era sentida como propia dentro de la Ertzaintza", dado que no se contaba con los agentes para su organización. Junto a ello, ratificaron su intención de celebrar un acto alternativo, aunque no concretaron si finalmente se llevará a cabo el día 19.