Miami hace valer su trío
La sintonía LeBron-Wade-Bosh, clave del primer triunfo sobre Dallas
"Jugar en equipo, que uno no tenga que cargar con todo el peso. Esa es nuestra idea". Así describe Chris Bosh el torrencial estadístico con el que el Big Three de Miami se repartió el mérito de la primera victoria en la final de la NBA que le enfrenta a Dallas. "Confiamos mucho los unos en los otros. Hemos trabajado tan duramente que sabemos en cada momento quién está en la trinchera contigo", añade.
El resultado fue 92-84 y 65 puntos, 28 rebotes y 14 asistencias fue la descomunal aportación del trío de tenores de los Heat: Bosh, LeBron James y Dwyane Wade. Frente a ellos, Dirk Nowitzki se quedó muy solo. Únicamente el ala-pívot alemán, con 27 puntos, y en menor medida Shawn Marion, que empezó enganchado a Wade y luego se emparejó con LeBron, crearon grandes problemas a Miami.
MIAMI 92 - DALLAS 84
Miami Heat: Bibby (0), Wade (22), LeBron James (24), Bosh (19) y Anthony (0) -equipo inicial-; Chalmers (12), Haslem (7), Howard (2) y Miller (6).
Dallas Mavericks: Kidd (9), Stevenson (6), Marion (16), Nowitzki (27) y Chandler (9) -equipo inicial-; Terry (12), Stojakovic (0), Barea (2) y Haywood (3).
Árbitros: Mike Callahan, Steve Javie y Bill Kennedy.
Primer partido de la final, al mejor de siete, de la NBA. 20.003 espectadores en el pabellón American Airlines, de Miami.
Los Mavericks sumaron 10 rebotes y tres triples menos y sus reservas anotaron 10 puntos menos que los de los Heat: 27-17. Ni Stojakovic ni Barea estuvieron inspirados: dos puntos y 11 tiros fallados entre ambos. Jason Terry empezó muy bien, pero se fue diluyendo. Después de muchas alternativas y de un triple sensacional de LeBron sobre la bocina final del tercer cuarto (65-61), Miami dominó durante el último acto, en el que alcanzaron ventajas de 10 puntos (85-75).
La capacidad para dirigir el juego de Wade y LeBron plantea un problema táctico a Rick Carlisle, el entrenador de Dallas. "Somos dos directores de juego que no solo podemos crear y lanzar, sino que también podemos crear jugadas y tiros para nuestros compañeros", afirma Wade.
"Lo que realmente nos mató fueron sus rebotes en ataque", sentencia Nowitzki. El jugador alemán, marcado primero por Anthony y después por Haslem, sumó siete canastas en sus 18 intentos y por primera vez en los 11 últimos partidos de playoffs quedó por debajo del 50% de acierto, aunque estuvo infalible en sus 12 tiros libres. Nowitzki se torció un dedo de la mano izquierda y tendrá que llevar una protección en los próximos partidos.
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