"Gobernar 28 años es una barbaridad"
"Aunque el Cantábrico le haya lamido los pies, Mar Barcón es de esas mujeres atlánticas: saladas, inmensas, insondables en sus profundidades, luchadoras en sus mareas vivas y protectoras en sus rías acogedoras", la define ditirámbicamente su grupo de fans en Facebook. Pero quizá resulte más revelador que sea seguidora de los Lakers, promotora de la candidatura de la Fundación Vicente Ferrer al Nobel de la Paz y usuaria más que activa de las redes sociales. Coruñesa nacida en Ortigueira hace 48 años, licenciada en Medicina y Cirugía, es un bulebule, y no solo físicamente. Entró en María Pita en 1999, de la mano de Francisco Vázquez, lo dejó a regañadientes en 2008 cuando Pérez Touriño la designó número dos del PSdeG, fue cabeza de lista por A Coruña en las autonómicas de 2009 y ahora dejará el Parlamento para volver. No para formar parte del gobierno local, sino para encabezar la oposición al popular Carlos Negreira.
"Las críticas de Paco Vázquez no ayudaron, pero esa no fue la cuestión"
"El coruñesismo no puede ser igual en los noventa que en 2011"
Pregunta. ¿Por qué ha dado ese paso?
Respuesta. Pensé que podía ser útil desde la portavocía en un momento más que difícil, dar la cara a la alternativa socialista, y también tenía ganas de volver a A Coruña y a la política local, que fue donde empecé.
P. ¿Qué línea de oposición seguirá?
R. No podemos hacer oposición de cualquier manera, después de gobernar 28 años. Tenemos la responsabilidad de defender los equipamientos, los servicios sociales y la calidad de vida que fuimos capaces de construir, y debemos tener la lealtad de apoyar los proyectos que mejoren la ciudad. También comprender la profundidad del mensaje que nos dio la ciudadanía, incorporar elementos nuevos a un proyecto nuevo y entender que las necesidades que tiene ahora la gente no son ya las de hace 15 años, ni tampoco las de hace cinco.
P. No será fácil sin el respaldo de casi la mitad del grupo municipal.
R. Estoy muy tranquila, porque somos conscientes de que tenemos que construir una alternativa de gobierno, no solo los ocho concejales, sino también la agrupación socialista coruñesa. Tenemos que recuperar el contacto con los ciudadanos y hacer que los militantes se sientan protagonistas.
P. También tendrá que escuchar desde el Gobierno quejas sobre la herencia recibida.
R. La herencia que reciben es muy buena. El Ayuntamiento está en una buena situación económica, los barrios tienen buenos servicios públicos, hay infraestructuras en marcha como la ampliación de Alvedro o el puerto exterior, un plan de urbanismo ya para aplicar...
P. Hay colectivos que dicen que no les votaron por lo que usted consideraría logros, como las macrosuperficies comerciales o el carril bus.
R. Es posible que las grandes transformaciones, como las que ha vivido en los últimos años la ciudad, haya gente a la que le parecen muy bien, y otra que no se acaba de acostumbrar a los cambios, desde el tráfico a la creación de plazas. Tendrá que pasar un tiempo hasta que noten los beneficios.
P. Entonces, ¿a qué atribuye la caída electoral?
R. A una conjunción de elementos. La crisis, con una cierta incomodidad en los ciudadanos ante las políticas económicas y el desempleo. Por otra, llevábamos gobernando 28 años, lo que en términos democráticos es una absoluta barbaridad. Cuando iba a mítines en pequeñas localidades, escuchaba a los compañeros pedir el voto a los socialistas "aunque solo sea porque llevan 25 años los mismos". Y pensaba: "¡Si nosotros llevamos 28!". Se genera un ansia de cambio, y el que gobierna pierde músculo.
P. O sea, que no le echa la culpa a la coalición con el BNG.
R. No me parece que fuese un elemento sustancial gobernar en coalición, sin estridencias ni más enfrentamientos que algunos anecdóticos. Fue un trabajo conjunto y coordinado. En Vigo hubo más desencuentros y los socialistas renovaron el apoyo electoral.
P. Tampoco lo atribuye a la "falta de coruñesismo" que ha invocado algún compañero suyo, o a la clara desafección de Francisco Vázquez.
R. Eso que se da en llamar coruñesismo no puede ser el mismo en los años noventa que en 2011. Las críticas que pudieron hacer compañeros más o menos relevantes, o muy relevantes como Paco Vázquez, no ayudaron, es obvio, pero tampoco creo que sea esa la cuestión. Este es un mundo distinto, tuvo más relevancia el fenómeno del 15-M, que le puso la foto a la crisis. Estuve hablando con gente de la acampada del Obelisco, y no salí con la sensación de propuestas concretas, pero sí de que hay una necesidad de cambiar la forma de hacer política.
P. ¿Usted es partidaria de eliminar las acampadas?
R. Lo normal es que se produzca una transición pacífica. El 15-M fructificará si, además de las acampadas, salen propuestas que se incorporan a los métodos de hacer política.
P. ¿Se considera la Carmen Chacón que venció a Rubalcaba?
R. [Risas] ¡Noooo! Además, no hay mucho parecido por ninguna de las partes. Lo único que quiero es que gane Alfredo.
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