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Absueltos 28 acusados de obstruir las obras de la marina de Massó

La acusación particular no compareció en el juzgado de Cangas para la vista

Todo el trámite se limitó a identificar a los 28 acusados. La instrucción de la causa remitía a las diligencias realizadas por la Guardia Civil durante 106 días de los años 2005 y 2006, cuando el Foro Social de Cangas abanderó la primera fase de obstrucción de las obras del puerto deportivo que Residencial Marina Atlántica promovía en el litoral de O Salgueirón, la finca de la histórica conservera Massó Hermanos. Construcciones Dios trataba de ejecutar los primeros pasos del proyecto y fue la que formalizó las denuncias. Pero ayer, en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Cangas donde se iba a celebrar la vista, no compareció ningún representante de Dios ni tampoco de Marina Atlántica, la fiscal renunció a presentar cargos y la juez dictó in voce sentencia absolutoria para los 28 procesados.

Otros 35 acusados por hechos análogos en 2009 están pendientes de juicio

Los abogados defensores de todos ellos, José Chapela y Alberto González, no tuvieron que esgrimir los argumentos que anticipaban antes de entrar a la sala. Por una parte, la no acreditación de sus identidades en los atestados de la Guardia Civil, que básicamente responden a una misma pauta: recepción de una llamada de denuncia, desplazamiento de una patrulla a O Salgueirón, donde comprueba que un grupo de personas pertenecientes al Foro Social -entre los que señala a algunas- impiden el paso al recinto de la obra de un camión, identificación del encargado de la obra y de los vigilantes de seguridad y entrega de las diligencias en el juzgado. Por otra parte, los abogados pensaban pedir la absolución de los acusados por la prescripción de las faltas de desobediencia y coacciones que se les imputaban.

Están en fase de instrucción otros hechos análogos ocurridos en 2009. En este caso, que instruye el Juzgado número 3 de Cangas, hay 35 inculpados, originariamente en 20 procedimientos diferentes de faltas que se han acumulado y, subsiguientemente, por efecto de esa acumulación, las presuntas faltas se convierten en presuntos delitos. Aquí es parte acusadora la constructora Puentes y Calzadas-Infraestructuras y el sumario incluye episodios más graves, que se saldaron con contundentes cargas policiales o la detención, en una tacada, de 16 opositores a las obras, entre ellos una concejal.

Nada, sin embargo, allana ya la ejecución del proyecto de Marina Atlántica en su doble dimensión, el puerto deportivo y la urbanización complementaria en tierra (unas 800 viviendas, hotel, centro comercial...) que proyectó la factory del afamado arquitecto Norman Foster. Está pendiente de resolver el recurso de la cofradía de pescadores ante el Tribunal Supremo por la supuesta ilegalidad de la concesión del puerto deportivo a Marina Atlántica, que el Tribunal Superior de Galicia desestimó, y la última sentencia de la Audiencia Provincial -también recurrida- señaló que las obras que realizaba Puentes y Calzadas no correspondían al puerto deportivo -en cuyo caso hubiera sido preceptiva la licencia municipal, como reclamaban la cofradía y el Foro Social-, sino que eran "obras de reparación" de infraestructuras portuarias de las que, sin embargo, tampoco constan proyecto ni permiso de la Autoridad Portuaria.

La prórroga de la concesión del puerto deportivo habría caducado este mes y con ella el proyecto de Marina Atlántica. Pero la Autoridad Portuaria la dejó en suspenso el pasado mes de abril. La cofradía ha reclamado ya en cuatro ocasiones ese acuerdo de suspensión, con vistas a impugnarlo, lo que la Autoridad Portuaria de Vigo está evitando con la tónica habitual de opacidad que ha mantenido desde que se formuló el proyecto hace 10 años.

Tampoco, en la crisis general y la inmobiliaria en particular, parece el mejor momento para retormarlo. El futuro alcalde de Cangas, José Enrique Sotelo (PP), en cuyo mandato de 2003 a 2007, se impulsó el convenio urbanístico para O Salgueirón, reconoce "importantes errores" de entonces y se ha comprometido a no activar nada en relación con el asunto sin el consenso de la cofradía de pescadores.

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