Los edificios nuevos deberán tener un certificado de uso energético eficiente
Un decreto persigue el ahorro de 400.000 toneladas de petróleo en siete años
Los nuevos edificios e industrias de Andalucía deberán contar con un certificado energético para lograr las autorizaciones y licencias de la puesta en servicio de sus instalaciones y el propio suministro energético. Esta es una de las medidas que contiene el decreto de Fomento de las Energías y Eficiencia Energética, aprobado ayer por el Consejo de Gobierno, y cuyo desarrollo -aseguró el consejero de Economía, Antonio Ávila- supondrá un ahorro de 400.000 toneladas equivalentes de petróleo en los próximos siete años.
El decreto fija los objetivos concretos y plazos para instaurar sistemas constructivos eficientes y el uso de energías renovables, biocarburantes en el transporte y el aprovechamiento del biogás que se genera en los centros de residuos.
Los autobuses y vehículos de la Junta consumirán biocarburantes
Ávila explicó que, frente al certificado informativo que exige la norma estatal, en Andalucía es un requisito obligatorio previo a la construcción, primera ocupación o puesta en funcionamiento de los edificios e instalaciones. Los ciudadanos tendrán información del consumo energético y la calidad de la edificación. La validez de los certificados será de 10 años. Los edificios e industrias de gran consumo tendrá que tener, además, un plan de gestión.
Los niveles de eficiencia se exigirán a los edificios de nueva planta, a todos los del sector público andaluz (incluidos los antiguos) y a los que cuya reforma suponga incrementar en más del 30% el consumo de energía, una ampliación superior a 1.000 metros cuadrados o la renovación de más del 25% de los cerramientos. Para los casos en que no sea obligatoria la certificación, la Junta prevé incentivos económicos y tributarios para que las medidas se adopten de forma voluntaria. Para la industria, los certificados serán aplicables en todas las instalaciones nuevas a partir de umbrales de consumo anual que sea equivalente a 250 toneladas equivalentes de petróleo o a 1.250 kilovatios en suministro eléctrico de alta tensión.
El decreto establece también la obligatoriedad del uso de biocarburantes en las flotas de autobuses de servicio público de viajeros y en los vehículos de la Junta. Para las flotas de autobuses se fijan unas proporciones mínimas del 15% de biocarburantes sobre el total del combustible en el horizonte del año 2012, y del 20% en 2020. Los servicios de viajeros que circulen por el interior de espacios naturales protegidos, así como el parque de vehículos de la Junta, ampliarán estos porcentajes al 20% en el primer plazo y, el 30%, en el segundo.
Antonio Ávila aseguró que Andalucía dispone del 15,76% de la potencia total instalada renovable en el territorio español, está a la cabeza en todas las tecnologías renovables y es líder en termosolar y en aprovechamiento y consumo de biomasa térmica. La regulación aprobada ayer completa el Plan Andaluz de Sostenibilidad Energética (2007-2013). "La Junta continua con su potente apoyo a las renovables y la eficiencia energética, como opción y como apuesta por la investigación, el desarrollo aplicado y la experimentación, pero también por el tejido productivo", señaló el consejero, quien subrayó la oportunidad que suponen estos sectores para Andalucía, una "oportunidad que no se puede dejar pasar", insistió.