"Os dijimos que volveríamos"
Barcelona y el Camp Nou se vuelcan como nunca con el equipo en la celebración del título
Se había apoderado la afición de aquella queja, insistente, de José Mourinho. Y había celebrado sus éxitos, la Liga y la victoria contra el Madrid en las semifinales de la Champions, cantando "¿por qué, por qué, por qué?". No pudo ser menos en la noche del sábado y el domingo. Una pancarta esperaba a los héroes de Wembley en el Camp Nou. "Porque estos no fallan", decía, parafraseando a Pep Guardiola, aquel que prometió otra Copa de Europa hace justo un año.
Poco antes de las 20.30, tras horas de actuaciones musicales, olas y cánticos, les llegó el turno a ellos. A los futbolistas que han logrado que la afición siga soñando. A las cinco se subieron al autobús que les llevó de paseo por Barcelona y se dieron un baño de multitudes, 850.000 personas según la Guardia Urbana. En el Camp Nou les esperaban 90.000 aficionados. No fueron 60.000 más porque la seguridad aconsejó cerrar las puertas. La cuarta Copa de Europa ya estaba en casa.
Piqué: "Nosotros ni nos drogamos, ni nos tiramos, ni compramos árbitros. Solo jugamos"
Fue Puyol, el capitán, quien tomó el micrófono tras una tarde agotadora. "Ahora toca fiesta, mucha fiesta", había avisado Piqué nada más ganar la cuarta. "La noche se nos ha quedado corta", confesó Messi al día siguiente. "Os dijimos que volveríamos. Celebradlas porque cuesta mucho ganarlas", animó Puyol. Y cedió la palabra a Guardiola: "Gracias a todos los que nos han acompañado hasta aquí, a los que vinieron a Londres y a los que estáis aquí. Gracias por estos tres años inolvidables". Y añadió: "En la celebración de la Liga hablaron todos menos uno". El público terminó la frase: "¡Meeessiii!". Todos esperaban las palabras del máximo goleador del año, el mejor de la final, el mejor del mundo. Todos esperaban sus palabras porque el día que se reunieron allí mismo para festejar la Liga prometió un discurso: "El día 29 nos volveremos a ver y voy a hablar", dijo entonces. "La verdad, no tengo nada que decirles. Simplemente que disfrutemos de esto y ojalá podamos seguir haciéndolo muchos años más. Visca el Barça i visca Catalunya", afirmó esta vez. Fin del discurso. Ya saben todos que donde habla Messi es en el campo. Ahí es un orador de destreza incomparable.
Xavi confesó que se le habían acabado las palabras. Tanto título y celebración le dejan a uno mudo: "Este equipo es cojonudo. Siempre me he sentido orgulloso de ser culé y de ser catalán. Ahora, más que nunca. Gracias a todos". Y buscó a Abidal, el hombre que levantó la Copa en Wembley, el hombre cuyo sufrimiento les hizo más fuertes: "Muchas gracias por el apoyo. Sin él, no habríamos ganado estos títulos. Gracias al equipo y al capi, que tuvo un gesto muy importante. Fue el mejor día de mi carrera".
Sobria fue la celebración y calmados los discursos, a los que solo pusieron picante Valdés y Piqué. El portero envió un recado al gran rival: "Falta un pequeño detalle para completar esta fiesta. Permitidme un momento", advirtió. Y anudó la senyera que llevaba al cuello a la copa. "Ahora, sí. Que se enteren. Os debíamos una desde el año pasado. Aquí la tenéis", concluyó. El central lanzó otro mensaje: "Seré muy breve. Hay un amigo que me dijo una frase y la tengo que decir. Nosotros ni nos drogamos, ni nos tiramos ni compramos a los árbitros. Solo jugamos al fútbol". Iniesta endulzó la despedida: "Mi corazón me dice que lo más grande es ser culé. Estoy muy orgulloso de serlo". Con un corro culminó la fiesta. La cantante Shakira, la novia de Piqué, les esperaba a todos en un concierto que prometía tintes futboleros.
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