El campeón rosa
Este Giro podía ser un suplicio para Alberto Contador, pendiente como está de la resolución del caso del clembuterol. Pero el madrileño se ha paseado con autoridad por la ronda italiana más exigente de los últimos años. Ayer se coronó en Milán y, aunque un fallo de la organización empañó la ceremonia -sonó el himno español cantado con la letra de la dictadura franquista-, el campeón volvió a sonreír. Es su segundo Giro, el cuarto español, su sexta gran ronda, camino del Tour.
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