Miradme, soy un delfín saltarín
Bruce, Chum y Anchor: "Soy un buen tiburón, no una descerebrada máquina de comer. Si quiero cambiar mi imagen, primero debo cambiar yo. Los peces son amigos, no comida". Anchor: "Excepto los apestosos delfines". Chum: "Síiii... no soporto a los delfines. Se creen tan monos... ¡Miradme, miradme, soy un delfín saltarín!" (Buscando a Nemo, 2003).
En lugar de esos dos "apestosos delfines saltarines", en esta foto debería salir un tiburón. Y no es que la cabriola de los delfines mulares quiera robar plano, sino que el fotógrafo no encontró al tiburón ballena que buscaba. La imagen fue tomada a ras de agua y con una cámara submarina entre las islas de Utila y Roatán, en el archipiélago de las Islas de la Bahía, en Honduras, un lugar frecuentado, sobre todo de febrero a marzo, por el tiburón ballena (Rhincodon typus), el mayor pez que existe. Un bicho de más de 12 metros de longitud y enorme boca, aunque inofensivo: se alimenta de plancton y pequeños crustáceos filtrando el agua, como las ballenas.
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