La Junta carga contra Alemania por alarmar sobre los pepinos españoles
El sector hortofrutícola cree que el ataque tiene un trasfondo comercial
El único trabajo que tenían ayer las empresas especializadas en exportar productos hortofrutícolas de Andalucía era ver cómo iban a dar salida al cargamento de pepinos acumulado en sus almacenes. Desde primera hora de la mañana, tanto en Almería como en Málaga recibieron un aluvión de cancelaciones de pedidos para empresas alemanas, suecas o danesas. El motivo: la psicosis desatada en Alemania por la bacteria E.coli, a la que atribuyen seis muertes en este país, y que el gobierno alemán vinculó directamente con los pepinos españoles.
La Consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, cargó contra las autoridades alemanas por lanzar una alarma sanitaria de primer nivel en Europa que afecta directamente a la producción de pepinos españoles. T odo, sin saber a ciencia cierta en qué momento se han contaminado las hortalizas que supuestamente llevaban la bacteria: si en origen, durante el transporte o al manipularlas en el mercado.
Agricultura ha bloqueado, como prevención, las partidas en Málaga
Aguilera habló de "agresión comercial" a un producto que tiene en Alemania su principal mercado -el 36% del pepino que se vende en Andalucía viaja a este país- y apuntó la posibilidad de que este ataque pueda tener un trasfondo comercial, ya que la psicosis coincide con un momento de sobreoferta y precios bajos en la Unión Europea. Entre septiembre y mayo se han exportado 365.009 toneladas de pepino desde Andalucía.
La exportadora malagueña Frunet Bio, una de las señaladas como causante del brote, defendió que sus productos están libres de la bacteria. "Curiosamente, esto ocurre cuando la producción de pepino está al 100% en España con precios bajos y competitivos, mientras que las cosechas alemanas estarán listas en 10 ó 15 días", destacó Javier López, miembro del departamento comercial.
La Junta confirmó que las partidas de pepinos de Frunet Bio están "totalmente limpios de contaminación alguna", pero que, aún así, han inmovilizado su mercancía de forma preventiva. Más de 75 de sus 120 empleados se quedaron en sus casas por la cancelación de pedidos.
Esta empresa malagueña está especializada en la exportación de tomates, pepinos y calabacines de cultivo ecológico y, según su portavoz, tienen como clientes a las cadenas de supermercados más prestigiosas de Alemania, Reino Unido, Francia y Escandinavia. Su facturación media es de 15 millones, según su página web.
La otra empresa andaluza implicada es la sociedad Costa de Almería, radicada en Roquetas de Mar. La Junta informó de que estaban teniendo problemas para identificar la partida de pepinos sospechosa porque los datos facilitados por Alemania no coinciden con los registros de salida de la empresa. Costa de Almería mueve más de 130.000 toneladas de productos hortofrutícolas al año y tiene una facturación de 95 millones.
El secretario de COAG Almería, Andrés Góngora, acusó al gobierno alemán de "negligencia" al tratar la información sobre la partida contaminada "sin contexto ni rigor", y exigió al Ministerio de Salud que "depure responsabilidades y calme a los consumidores y a la población".
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