"El cheque-bebé y el ascensor a la Alhambra son brindis al sol"

Mayte Olalla (Granada, 1971) es la única concejal que UPyD ha obtenido en una capital de provincia en Andalucía. Va a ser edil en el Ayuntamiento de Granada en el tercer mandato consecutivo con mayoría del popular José Torres Hurtado. Conoce el Consistorio, ya que trabaja en el Instituto Municipal de Formación y Empleo (Imfe) desde hace más de una década.

Siempre ha tenido inquietudes pero fue hace algo más de dos años cuando inició esta aventura. "Soy totalmente novata", admite, "pero garantizo que voy a dar mucha caña, y la gente que me conoce dentro del Ayuntamiento lo sabe, tanto de un signo como de otro".

Está satisfecha por el trabajo realizado, que comienza a dar frutos, aunque reconoce que sintió "pena" cuando se enteró de que era la única concejal en las capitales. "Tengo una doble responsabilidad para demostrar qué puede hacer UPyD en un Ayuntamiento". Estos dos años, desde que una prima la acercó al proyecto que lidera Rosa Díez, han estado llenos de ilusión y de momentos difíciles. "Finalmente, me alegro de que la gente haya despertado, de que sepa que desde el sillón de casa no hacemos nada".

Antes de las elecciones, acudió como particular a una de las asambleas celebradas por el movimiento 15M en la plaza del Carmen de Granada. "Fui de incógnito, estamos convencidos de que en cierto modo el 15M lo hemos sembrado nosotros y me alegro". Está dispuesta a acercarse de nuevo a la acampada y repartir su programa. "No he querido utilizarlo en campaña, pero quiero que sepan que aquí tienen una representación posible, y si no es así que miren otros partidos para cambiar las cosas desde abajo. Hace falta un revulsivo al bipartidismo asfixiante y dictatorial. Pero tiene que ser una reforma absolutamente pacífica y lo suficientemente fuerte para que los dos principales partidos tomen medidas".

PSOE y PP, explica, "han visto manos negras detrás". "Y no, no hay que ser miope, la gente está cansada", afirmaba el lunes, en el salón de su casa tras la noche electoral. Es madre de tres hijos y les prometió pasar el día con ellos tras las votaciones. Vive en Gójar con su pareja. Hubo ceremonia hace años pero no está casada de forma oficial. A la pregunta sobre qué es lo primero qué hará como concejal, Olalla asegura que "preguntar por la deuda municipal". "Voy a exigir transparencia y cuentas claras. Se han dedicado a comprometer cosas que ojalá se puedan hacer, pero habrá que ver si se puede pagar la luz".

Insiste en que es el principal problema. "La deuda es de 269 millones, creció casi un 60% en poco más de un año, y va el PP y promete el cheque-bebé y un ascensor a la Alhambra. Es un brindis al sol", argumenta. Va a ser la cuarta fuerza política en el Ayuntamiento, pero está dispuesta a hacer "mucho ruido".