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Crónica:TENIS | Roland Garros
Crónica
Texto informativo con interpretación

Federer no tira la raqueta

El suizo tiene suficiente potencial y capacidad de adaptación para rebelarse contra la supremacía actual de Nadal y Djokovic, según sus entrenadores, Annacone y Luthi

El gabinete de guerra se reúne en una esquina perdida del club de jugadores en Roland Garros. Ya ha logrado el serbio Novak Djokovic su 38ª victoria consecutiva en 2011: 6-2, 6-1 y 6-3 al holandés De Bakker. Ya se ha preparado Rafael Nadal para iniciar hoy su andadura ante el estadounidense Isner. Y ya, entre botes traicioneros, brillante el albero bajo el sol, ha vencido (6-3, 6-4 y 7-6) Roger Federer a Feliciano López. El tenista suizo, defenestrado al número tres mundial, no ha ganado ninguno de los cuatro últimos grandes. El viejo león está herido. A punto de cumplir los 30 años e intratable hasta hace poco -arrolló a los mejores en la Copa de Maestros de 2010-, asiste al nacimiento de una nueva rivalidad en el circuito. Nadal y Djokovic protagonizan ahora un pulso planetario. Paul Annacone y Severin Luthi, los técnicos de Federer, diseccionan los peligros del nuevo escenario.

"Es un estudioso. Sabe muy bien qué cosas están pasándole a él y a otros jugadores"

"Lo más importante de un campeón es cuánta energía y cuánto deseo tiene", dice Annacone, que entrenó a Pistol Sampras. "Pete, al final, estaba un poco cansado, no disfrutaba de esta vida, estaba quemado mentalmente. Roger, sin embargo, se emociona y disfruta de los retos. Ve a Novak jugando tan bien, o a Rafa, y lo analiza como una oportunidad", añade; "sigue teniendo esa aproximación mental al juego, lo que es muy positivo. Si estuviera cansado o negativo, sería muy difícil para mí, pero no es así ni de lejos. Me impresiona lo abierto que está a escuchar. Es un estudioso del juego. Sabe muy bien qué cosas están pasándole a él y a otros jugadores. Tenemos grandes conversaciones sobre ello".

"Rochi", continúa Luthi, "tiene mucha pero que mucha hambre y la seguirá teniendo en cinco años. Adora este deporte y ese es uno de sus puntos fuertes. Llega a los torneos con una gran fe, creyendo de verdad que puede ganar el título".

Federer ha conquistado 16 grandes. Federer ha disputado los últimos 46 torneos del Grand Slam. Federer es ya padre de dos hijas gemelas. Esos tres apuntes biográficos deberían hacerle tendente al inmovilismo. Su círculo de trabajo describe a un hombre distinto. Uno que estaría dispuesto a estudiar la posibilidad de cambiar a una cabeza de raqueta más grande para evitar sus frecuentes malos golpeos y manejar mejor las pelotas supersónicas de los golpeadores planos. Uno que sueña con el oro individual en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Uno que ve la nueva rivalidad como algo menor en comparación con la vieja.

"Nadal y Djokovic ya se han enfrentado tantas veces como Nadal y yo [27 y 24, en realidad], pero creo que necesitan jugar alguna final grande más para llegar al nivel de nuestra rivalidad", analiza Federer, que se enfrentaría a Djokovic en una hipotética semifinal en París; "Rafa no ha sido el único para mí. Tuve grandes rivalidades con Roddick, Hewitt..., aunque él ha sido mi principal rival, y viceversa. Creo que eso no cambiará. Da igual cuántas veces se enfrenten ellos".

A Federer, dicen en la caseta, le sobra clase y le falta sufrimiento. Nadie se llama a engaño. Como dijo Toni Nadal en un chat con este diario: "En este comienzo de la temporada, [Federer] no ha conseguido jugar al nivel al que nos tiene acostumbrados. Ha estado intermitente. Pero probablemente sea el mejor de la historia. Si quiere, superará estos pequeños problemas. (...) A poco que tenga suerte y consiga ganar un torneo importante, que es lo que realmente le motiva, volverá a estar a su mejor nivel. Tenis sigue teniendo. Desgraciadamente [bromea] para nosotros".

Roger Federer, en su partido de ayer contra Feliciano López.
Roger Federer, en su partido de ayer contra Feliciano López.THOMAS COEX (AFP)

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