El PP ve "problemas de interlocución" si la izquierda habla de corrupción

El Partido Popular vaticinó ayer "problemas de interlocución" con los partidos de izquierda antes incluso de que se constituya el nuevo Parlamento. El secretario general del PP regional, Antonio Clemente, calificó al principal dirigente de la oposición, el socialista Jorge Alarte, de "pasado" y a la izquierda, de estar "dividida y fraccionada".

Clemente fue más allá al indicar que la tensión de la última legislatura solo disminuirá si la oposición rebaja "la tensión que han generado". O dicho de otro modo, si los socialistas, Compromís y Esquerra Unida siguen hablando de corrupción no habrá ningún tipo de concesión.

El secretario general del PP y la directora de campaña, Paula Sánchez de León, comparecieron ayer tras la reunión de la Junta Directiva Regional en la que Francisco Camps, que fue recibido con gritos de "¡presidente, presidente!", pidió moderación a los suyos y aconsejó a los alcaldes que analicen la situación de sus municipios antes de tomar cualquier medida.

"Los ciudadanos quieren rigor frente al juego sucio de la oposición"

La victoria de Camps se difumina dentro del tsunami del PP en España

Camps, que en su discurso no hizo mención alguna a los resultados de la oposición, animó a sus altos cargos a seguir trabajando, con austeridad, para lograr que Mariano Rajoy sea presidente del Gobierno en las próximas elecciones generales.

Al término de la reunión, que se prolongó algo menos de una hora, Sánchez de León, aseguró: "Entendemos el mensaje que la gente nos ha querido trasladar, pese a la política que hemos sufrido y la campaña de acoso y derribo de la oposición, los valencianos son inteligentes".

"Los ciudadanos quieren rigor y trabajo, frente al juego sucio y la búsqueda de atajos", indicó Sánchez de León en referencia a las denuncias de los escándalos de corrupción, aunque sin mencionarlos.

Ni Clemente, ni Sánchez de León quisieron valorar ayer los efectos del caso Gürtel en la pérdida en porcentaje y número de votos en las elecciones autonómicas, pese a ganar el PP un escaño más. "No es el momento de descender a resultados concretos", sentenció la directora de campaña del PP, que insistió en resaltar que los resultados obtenidos por el presidente de la Generalitat son los mejores de la historia.

Camps tuvo en 2007 un 52,17% de los votos con 1.277.458 papeletas, mientras que el pasado domingo logró el 48,53% con 1.208.603 votos, es decir, unos 70.000 apoyos menos pese que el censo ha crecido en cerca de 85.000 electores.

Según los resultados electorales, el PP pierde un diputado por Valencia respecto a 2007, aunque gana uno por Alicante y otro por Castellón, lo que le permite incrementar el número de escaños en la VIII legislatura.

En la ciudad de Valencia, donde la alcaldesa Rita Barberá también pierde algo más de cuatro puntos, Camps recibe un castigo de casi siete puntos porcentuales, lo que se traduce en 10.000 votos menos que los obtenidos por la regidora de la capital.

La pérdida en porcentaje de votos también se deja sentir en la fortaleza del presidente de la Generalitat en el seno del PP, donde es superado por los presidentes de Murcia, Castilla y León, La Rioja y Madrid, que se sitúan por encima del 51% en sus respectivas comunidades.

La arrolladora victoria del PP en la práctica totalidad de las comunidades autónomas y Ayuntamientos difuminó ayer el éxito electoral obtenido por Camps. El jefe del Consell, que ayer por la tarde acudió a Madrid a la Junta Directiva Nacional del P,P argumentó que cuando gobierne Mariano Rajoy los valencianos tendrán el agua, la financiación y las infraestructuras que ha reclamado el Consell.

"Hay un clamor de cambio en toda España para que se vaya el presidente del Gobierno, haya elecciones generales cuanto antes y el PP pueda coger las riendas del presente y el futuro de España", afirmó.