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Elecciones municipales

PP y PSdeG olvidaron las promesas de rebajas fiscales de la campaña de 2007

Propuestas centrales de los programas nunca llegaron a ponerse en marcha

En su primera campaña como presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo giró 40.000 kilómetros por pueblos y pequeñas villas con escasa parafernalia electoral y media docena de promesas. Corría la primavera de 2007 y la maltrecha economía del PP en la oposición apenas daba para fastos. Sin más argumentos para llevar a las urnas que su propio tirón electoral y el barniz renovador que intentaba dar al vetusto partido heredado de Fraga, Feijóo se echó a la carretera. Y en cada acto, sin sombra aún de la crisis que vendría, Feijóo se presentaba como el gestor capaz que bajaría aún más los impuestos. En época de bonanza económica, el líder del PP prometió reformas fiscales en los ayuntamientos donde mandasen los suyos. Suprimido el Impuesto de Actividades Económicas por el Gobierno de Aznar, la única tasa municipal que le quedaba por tocar a los alcaldes era el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

El PP llegó a anunciar que las Diputaciones harían pisos protegidos En el PSOE, solo el Gobierno de A Coruña introdujo descuentos por hijo

A todas las familias con ingresos por debajo de los 20.000 euros se le rebajaría el IBI un 20%. Cada hogar con un jubilado pagaría un 40% menos, un 35% de descuento para quienes tuvieran a su cargo a una persona discapacitada, y un 50% a las familias con algún perceptor de la Renta de Integración Social de Galicia. Las bonificaciones fiscales llegarían a 500.000 gallegos y todo, dentro de una batería de medidas sociales publicitada por Feijóo que incluiría ayudas de los ayuntamientos al alquiler: de entre el 10% y el 20% de las facturas.

Los alcaldes del PP humanizarían sus ayuntamientos construyendo un parque o plaza en cada pueblo. Las diputaciones del PP rehabilitarían aldeas abandonadas donde profesores nativos impartirían clases de inglés a los alumnos durante el verano. Y esas mismas instituciones provinciales promoverían viviendas de protección oficial por primera vez en la historia. De aquella batería de promesas no queda nada. Y las rebajas fiscales que auguraba el programa del PP en 2007 no las recuerdan ya ni los propios alcaldes, agobiados como están con la asfixia financiera que viven sus ayuntamientos. Ni ahora, en plena crisis económica, ni tampoco en 2007, cuando ningún regidor tenía idea de la que se avecinaba, han rebajado el Impuesto de Bienes Inmuebles. Ni a 500.000 personas, ni siquiera a los colectivos desfavorecidos. Según los alcaldes consultados, estos cuatro años tampoco han recibido ninguna instrucción al respecto desde la sede regional.

El programa del PSdeG en las municipales de 2007 era un denso documento que incidía en la transparencia y los servicios sociales. La bajada de impuestos era un argumento sobre todo del PP, aunque los socialistas asumieron el riesgo de prometer bonificaciones fiscales por cada hijo en las tasas e impuestos municipales. Transcurridos cuatro años, solo el Ayuntamiento de A Coruña cumplió con esa parte del libro.

El PSdeG se considera más expuesto al escrutinio de su programa marco que los demás partidos, ya que gobierna en seis de las siete ciudades y buena parte de sus promesas son fácilmente verificables, al comprometer a los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes. Además, muchas de sus promesas han quedado en manos de concejalías de sus socios nacionalistas. Con todo, el programa se ha cumplido en lo esencial, en compromisos como la creación de oficinas de control presupuestario, abonos para el transporte público de los jóvenes, crear zonas con el tráfico limitado a 30 kilómetros por hora o establecer la paridad entre hombres y mujeres en los órganos de gobierno municipales.

El programa del partido que entonces lideraba Emilio Pérez Touriño también vinculaba al Gobierno bipartito de la Xunta, que se comprometía con sendas leyes de subvenciones y de publicidad institucional que nunca llegaron. Algunas propuestas, como la de publicar los bienes de alcaldes y concejales, vuelven a aparecer en el programa de 2011. Los seis alcaldes urbanos aseguran cumplir con esta promesa, pero uno de ellos, el de Ferrol, Vicente Irisarri, no ha querido hacer público su patrimonio.

Otras propuestas más pintorescas, como la creación de Senados Municipales formados por personas mayores, se olvidaron en cuanto cerraron las urnas, al igual que la promesa de crear la Carta Municipal con los derechos y deberes de los ciudadanos. Aunque ningún incumplimiento tan flagrante como el que situaba la meta del mandato en "la consecución del pleno empleo". Eran otros tiempos.

Los programa marco de las municipales de 2007

PP : Bonificaciones del 25% en el IBI a familias con ingresos de hasta 20.000 euros anuales.

- Descuentos del 40% en el IBI a jubilados, del 35% a familias con discapacitados y del 50% a perceptores de la Risga.

- Impulso desde las diputaciones a las viviendas de promoción pública.

- Rehabilitación de aldeas abandonadas para enseñar inglés a alumnos en verano.

- Un nuevo parque o plaza en cada ayuntamiento.

PSDEG : Bonificaciones por hijo en las tasas municipales.

- Paridad hombre-mujer en los órganos de gobierno locales. - Dar publicidad al registro de bienes de los concejales.

- Crear oficinas de control presupuestario.

- Celebrar un debate anual del estado del Ayuntamiento.

- Crear zonas 30 km/h.

- Senados municipales de personas mayores

BNG : Construir la nación desde los municipios. Nuevo mapa administrativo: parroquias, comarcas, áreas metropolitanas.

- Ayuntamientos comprometidos con las señales de identidad: normalización de la lengua y promoción de la cultura.

- Bienestar social. Creación de concejalía, unidades de intervención social, servicios de inserción.

- Creación de empleo: planes de desarrollo local y rural

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