Capitán del 'Vega 5': "Cuando nos llevaron a tierra, se complicó todo"

Cerca de la una de la madrugada y después de 138 días de secuestro, los dos marineros de Vega 5 aterrizaron ayer en el aeropuerto de Lavacolla con más ganas de ver a su familia que de hablar con la prensa: "Gracias a todo el mundo, estamos aquí muy felices y muy contentos, con ganas de llegar a casa para descansar. Ha sido una experiencia muy dura, muy difícil pero, gracias a Dios y a todo el mundo, se terminó".

El capitán del pesquero, Juan Alfonso Rey, dio más detalles sobre la captura por la mañana a TVG: "Mientras estábamos en el barco, más o menos [bien]. Pero cuando nos llevaron a tierra se complicó todo bastante. Porque íbamos por el desierto, había falta de comida, siempre te estaban asustando, disparando entre ellos en medio de la noche. El primer día, cuando fondeamos allí, muy mal. Al jefe lo amarraron en la proa boca abajo, atado por los pies, y le pegaron con una caña de bambú".

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, una de las personalidades que recibió a los marineros en el aeropuerto de Lavacolla, aseguró que no se ha pagado rescate a los piratas por la liberación de Juan Alfonso Rey y Jose Alfonso Garcia, capitán y contramaestre del buque. "Es una cosa de la empresa y no me consta que se haya producido circunstancia de ese tipo", aseguró a preguntas de los periodistas.

"Es un momento especial y singular el que estamos viviendo, lleno de sentimiento y de emotividad. Hemos estado en contacto permanente con la empresa y con la familia y quiero hacer un reconocimiento hacia las dos mujeres del capitán y el contramaestre, que desde su sufrimiento, desde su dolor, han mantenido una fortaleza que ha ayudado de manera permanente mucho y a todo", señaló Rosa Aguilar.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, también reconoció la labor de Pescanova -el pesquero retenido formaba parte de la flota de Pescamar, filial del grupo gallego-. Hizo, asimismo, un llamamiento a la comunidad internacional ya que "empieza a no ser excepcional el apresamiento de barcos que circulan legalmente por piratas que inculcan toda la normativa internacional". "No podemos permitirlo en siglo XXI", zanjó.