El BNG llama a votar "para levantar un muro contra la derecha"
En el mitin central de los socialistas en Vigo, Pérez Rubalcaba decidió a última hora cambiar la sala central del auditorio Mar de Vigo por el hall del edificio diseñado por César Portela e inaugurado hace menos de dos meses. Ayer, los nacionalistas apostaron a que llenarían las 1.500 butacas del recinto y se quedaron a medias. Pero Guillerme Vázquez lanzó su mensaje sin pizca aparente de desánimo: "No es necesario decir que a vosotros no os transportan ni os dan el bocadillo, ¡muchas gracias por estar aquí libremente!". Un veterano militante aseguraba haber contado 33 autobuses el día en que habló el vicepresidente del Gobierno. "Es más necesario que nunca hacer de los ayuntamientos un muro de contención contra las políticas de la derecha", arengó, al tiempo que mandaba continuos recados contra la abstención y el fantasma de la desafección política: "Si los obreros hubieran pensado así, todavía estaríamos en el feudalismo".
Para su líder, los nacionalistas reservan siempre el diagnóstico del contexto político y económico. "No podemos olvidar que estamos en una crisis provocada por los banqueros especuladores".El portavoz nacional del Bloque guiñó figuradamente el ojo a los jóvenes acampados en las ciudades gallegas y españolas que reclaman poder popular y juicios a la banca, e incluso citó al presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson, en un texto de 1802: "Creo que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los ejércitos permanentes". Y arremetió, con tono especialmente indignado, contra Emilio Botín, contra el "hoy felizmente cesado" Strauss-Kahn, contra un Felipe González que cobra de Gas Natural y contra un Aznar hace lo propio en Endesa.
Como ha sido habitual en esta campaña electoral, "el señor Núñez Feijóo" fue el otro objetivo. "Por mucha gafita y mucho vaquero, es puro FAES", describió, "y hay que tener la cara más dura que el cemento para decir que está preocupado por el empleo". Se mofó del lema del PP -"súmate a la marea azul', dicen, seguro que no es el azul de la bandera gallega, sino otro mucho más oscuro"- y recordó el, a su juicio, "negocio para los amigos" que va a suponer la construcción del nuevo hospital con financiación privada. "¡Si votáis al BNG, el PP no entrará en el Ayuntamiento de Vigo!", concluyó.
En la ciudad, de casi 300.000 habitantes y 31.000 parados, los nacionalistas tienen cinco concejales en el bipartido con el PSdeG. El candidato, Santi Domínguez habló a los trabajadores "que configuran esta ciudad" y se preguntó "¿dónde está Corina?". Para Domínguez, la Xunta discrimina Vigo y lo hace, sobre todo, en servicios sociales y sanidad, "mientras la señora Corina no dice nada". Tampoco dejó escapar a Caballero: "No lo he visto ir junto a los trabajadores en los dos últimos paros generales".
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