Abelló y Carceller desatan la guerra en el seno de Sacyr

El hombre que en los últimos años ha emprendido batallas contra rivales tan fuertes como los máximos responsables del BBVA, de la constructora francesa Eiffage o de Repsol se prepara para una nueva escaramuza. La novedad es que el enemigo está ahora en su propia casa, Sacyr Vallehermoso. El presidente del grupo, Luis del Rivero, logró ayer que la junta general aprobara su propuesta de ampliar el Consejo de 14 a 19 miembros, pero se encontró con la oposición del primer accionista, Demetrio Carceller, y de Juan Abelló. Entre los dos controlan un 25,3% de la constructora.

Los dos bandos aprovecharon la junta de accionistas para escenificar una lucha por el poder que, por ahora, han ganado Del Rivero y su consejero delegado, Manuel Manrique, que poseen en total cerca de un 19% del capital. De los cinco nuevos consejeros, dos corresponden a dos nuevos accionistas (Grupo Fuertes y José Moreno); otro al hombre que el pasado mes de marzo se convirtió en el mayor accionista de Sacyr, Demetrio Carceller. Los dos restantes, los que han iniciado la polémica, irán a parar a Del Rivero -que hasta hora tenía dos- y a Manrique -con uno solo hasta la modificación de ayer-.

El presidente logra un consejero propio más y otro para Manuel Manrique

Abelló baraja impugnar la junta porque rompe las reglas del juego

El presidente explicó en la rueda de prensa anterior a la junta por qué considera justo este aumento de poder en la empresa: el hecho de que tanto él como Manrique se sienten en el Consejo no obedece a su condición de inversores, sino a sus puestos ejecutivos en la compañía. Lo que ahora reclaman es dos puestos para las sociedades que atesoran el 19% del capital en sus manos. "No es que se vaya a dar a estas sociedades un consejero más, es que se les va a dar uno que no tenían", indicó el empresario murciano.

Pero el movimiento que según Del Rivero tan solo "pone el contador a cero", supone para los dos accionistas contrarios algo intolerable. En una durísima intervención en la junta, el representante de Abelló lo calificó como un "abuso de posición ejecutiva" y un "cambio en las reglas del juego". "A partir de ahora, habrá dos categorías de consejeros: los ejecutivos, con más representación, y el resto", concluyó. "Es contrario al buen gobierno corporativo", añadió el representante de Carceller.

Fuentes de la empresa se esfuerzan por quitarle importancia al desencuentro en el seno del Consejo y resaltan el hecho de que el resto de los puntos que se votaban, otros 14, resultaran aprobados por una mayoría abrumadora, incluido el referido a la gestión del grupo.

Fuentes cercanas a Abelló y Carceller aseguraron tras la votación que se plantean impugnar la junta, ya sea en su totalidad o solo en el punto referido a la ampliación del Consejo. Los dos empresarios consideran "irregular, abusivo e injustificado" que los dos primeros ejecutivos del grupo de construcción y servicios dupliquen así su presencia en el Consejo de Administración. Pese a la batalla que se avecinaba, Del Rivero no perdió el buen humor. Preguntado por si no añoraba ser el mayor accionista de la compañía, respondió: "Lo único que me gustaría es volver a tener 20 años".

La pugna por el número de consejeros no fue lo único interesante del día. Antes de la junta, Del Rivero había expresado a los periodistas su convencimiento de que Sacyr cerrará la refinanciación "en el tercer o cuarto trimestre" del préstamo que pidió a una treintena de bancos para comprar el 20% de Repsol por 4.972 millones de euros. Pero el presidente fue, además, un paso más allá. Aseguró que el Santander, cuya parte en el crédito sindicado ronda los 500 millones de euros, tendrá "una participación más importante de la que actualmente tiene".

Dos horas más tarde, la compañía se vio obligada a dar marcha atrás ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores. "En relación con los rumores aparecidos en determinados medios", decía la empresa pese a que había sido su propio presidente en rueda de prensa el que había hecho el anuncio, "informamos de que no se ha alcanzado todavía ningún acuerdo sobre la refinanciación y que estamos iniciando las conversaciones con las entidades financieras". El mercado dio más valor a las palabras de Del Rivero que a la comunicación oficial con que la empresa toreó al supervisor y premió el valor de la acción de Sacyr, que ayer subió un 5,38%, la mayor ganancia del Ibex de la jornada.