Bildu se cuida del mínimo detalle
La coalición sabe que cualquier paso en falso reabre las heridas sobre su legalización - Sus candidatos destacan la buena relación con otros partidos
En las horas previas al fallo del Tribunal Constitucional, un candidato de Bildu reconocía: "Si nos dicen que sí, nos han hecho la campaña". El resto de los partidos también lo cree así. En algún caso, lo acompaña de cierta acritud: "Nos pasamos cuatro años trabajando, ahora tenemos que hacer propuestas, nos gastamos un dinero en propaganda y a ellos se lo ponemos gratis", se le oyó decir a Iñigo Urkullu en Bilbao.
Con tanto viento a su favor, Bildu se ha procurado adornar de una calculada puesta en escena porque es consciente del riesgo que conlleva, aquí y en Madrid, cada gesto de sus candidatos. Periodistas que siguen de cerca sus actos electorales vienen a coincidir en el "cuidadoso mensaje" que estilan. "No dicen una palabra más de lo que quieren decir", añaden.
Y es en Guipúzcoa, escenario llamado a ser la auténtica batalla política para Bildu, donde los radicales afinan al máximo su verbo. Quizá para avanzar sin sobresaltos hacia su propósito han depositado la suerte en el discurso de Martin Garitano, un curtido periodista, hoy candidato a diputado general y desde hace años habituado a interpretar el tránsito político de la izquierda abertzale con y sin ETA de por medio. Garitano se siente cómodo en su nuevo papel, al que se va adaptando sin excesiva dificultad, en parte "porque está resultando relativamente sencillo el contacto con los demás candidatos".
En Bildu hay coincidencia unánime en la idoneidad de Garitano. Su conocimiento de la profesión se antoja, además, "determinante" para que fluya sin filtros el mensaje de la candidatura, incluso en aquellos medios, e incluso profesionales, que en su día vieron cómo era cuestionado su posicionamiento sobre actuaciones de la izquierda abertzale. Ahora, como subraya el propio candidato guipuzcoano, "es un nuevo tiempo político que se está asentando".
En este ambiente, Bildu reconoce, por encima de unas encuestas que relativizan, su aspiración de ser "la primera fuerza en Guipúzcoa". En todo caso, Garitano tiene la confianza de que "el PNV nos llamará si quedan por delante" porque "hay una buena relación". En el resto, el estreno de Txema Azkuenaga en Bilbao, por ejemplo, acerca la idea de que acometerán una oposición sin estridencias.
En la pugna por la alcaldía donostiarra, sin embargo, es donde sectores de Bildu recelan de las opciones de su cabeza de lista, Juan Karlos Izagirre. Acude este reconocido activista social ondeando el llamativo banderín de la independencia de Igeldo respecto de San Sebastián. Pero como se trata de cuidar los detalles, Izagirre ya ha rebajado la desanexión a descentralización, que suena mucho menos beligerante. Con todo, el voto en Bildu no guarda relación con la idoneidad del candidato; aquí, es otra cosa: fidelidad a la causa.
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